El CNE divulga los resultados: mayoría calificada para la Unidad y 55 diputados para el oficialismo. Siete millones 707 mil 422 votos (67 %) obtuvo la MUD y cinco millones 599 mil 25 (33 %) el Gran Polo Patriótico
A pesar de que los resultados electorales no fueron anunciados completos en el primer boletín que divulgó el pasado domingo el Consejo Nacional Electoral (CNE), el órgano rector decidió no ofrecer un segundo boletín. En su defecto, los comandos de campaña recibieron ayer los resultados. Según ese último conteo, hay 112 diputados para la oposición y 55 para el oficialismo.
La última actualización, publicada al final de la noche en el portal web del ente electoral, tuvo como novedad la publicación de la votación total del proceso, que favoreció a la alternativa democrática con siete millones 707 mil 422 votos (67 %) por cinco millones 599 mil 25 (33 %) del Gran Polo Patriótico.
Eugenio Martínez, periodista especializado en materia electoral, afirmó que en el proceso se contaron 13 millones 699 mil 230 votos válidos (en las listas estadales), registrándose 686 mil 119 votos nulos (4,77 %), una cifra que coincide con el promedio de sufragios no válidos de otros procesos.
De los 112 diputados de la Mesa de la Unidad Democrática 81 son nominales, 28 listas (obtuvo los dos de Táchira) y tres indígenas mientras que de los del 55 del PSUV 32 son nominales y 23 listas (no tuvo ningún indígena).
Martínez señaló que el estado que porcentualmente registró menos participación fue Sucre: 66,85 por ciento de sus electores votaron, mientras que Lara fue el estado con mayor participación: 78,37 por ciento.
Los resultados suponen que la coalición de partidos que adversan al Gobierno nacional tendrá una mayoría calificada de dos tercios, que le dará, entre otras cosas, un poder absoluto en la Asamblea Nacional para para decidir la remoción de los Magistrados del TSJ o para ejercer la iniciativa constituyente.
Jesús “Chúo” Torrealba, jefe del comando de campaña opositor, afirmó que estos resultados deben llevar a todos los actores políticos y en particular a la alianza opositora a “reinventarse” porque “una cosa es unirse para resistir y otra cosa es unirse para gobernar”. Planteó que el oficialismo debe “digerir una derrota y generar un nuevo tejido dirigente que tenga legitimidad efectiva en su propia base y aprender a relacionarse con el país no desde la agresión y la amenaza sino desde la propuesta y el trabajo”.
La nueva mayoría opositora que asumirá en enero el control de la Asamblea Nacional se prepara para impulsar una serie de reformas que incluirán cambios a lo interno del Poder Legislativo y la modificación de algunas leyes fundamentales como la del Banco Central de Venezuela.