Al año, el país registra cuatro mil casos de cáncer uterino

Los especialistas recomiendan acudir a consulta ginecolu00f3gica al menos una vez al au00f1o. (Foto: Archivo)

La enfermedad es asintomática en estados iniciales. Posteriormente puede haber sangrado genital fuera de la menstruación o durante las relaciones sexuales, secreción con mal olor, dolor de espalda y pérdida de peso

El cáncer de cuello uterino es el segundo más frecuente en mujeres entre 35 y 50 años, luego del cáncer de mama. En Venezuela la incidencia es de aproximadamente cuatro mil casos al año, con una mortalidad de mil 660 casos anual. 

En el marco del Día Mundial del Cáncer de Cuello Uterino, Jorge Castillo, cirujano oncólogo del Instituto de Oncología Dr. Luis Razetti de la ciudad capital, recalcó la importancia de la visita al ginecólogo para todas las mujeres mayores de 21 años. “Es importante para hacer un llamado de concienciación a todas las jóvenes que ya han empezado a tener relaciones sexuales para que acudan al menos una vez al año al ginecólogo y realizarse la prueba de papanicolau, también conocida como citología”. 

El especialista destacó que la citología puede dar “la alerta” de la presencia de células cancerosas en el cuello uterino. Sin embargo, su utilidad como herramienta de pesquisa radica en la prevención y diagnóstico temprano de las condiciones previas al cáncer, las cuales pueden estar presentes por un lapso de cinco a 10 años antes de desarrollarse un cáncer, durante ese período de tiempo esta prueba detecta la presencia de células atípicas, “lo cual nos indica que debemos realizar una biopsia del cuello uterino para confirmar o descartar la presencia de lesiones previas al cáncer, definidas en la nomenclatura actual como Neoplasia Intraepitelial Cervical o NIC”. 

Todo cáncer de cuello uterino está precedido de una infección persistente por el Virus de Papiloma Humano (VPH) que da lugar a lesiones preinvasivas que, si no son tratadas a tiempo, evolucionan a cáncer. Sin embargo, no toda paciente con esta infección va a desarrollar un cáncer, ya que es necesaria la presencia de otros cofactores para que esta se haga persistente y produzca cambios malignos en el tejido.

Este tipo de cáncer se puede prevenir, debido a que pueden pasar de 10 a 15 años desde que la persona adquiere la infección hasta que se convierte en una lesión maligna, por esta razón, es sumamente importante que la mujer acuda al médico, con el fin de lograr el diagnóstico oportuno y reducir el riesgo de padecer esta enfermedad.  

Enemigo silencioso

Esta enfermedad es asintomática en estados iniciales. Posteriormente puede haber sangrado genital fuera de la menstruación o durante las relaciones sexuales, así como secreción en los genitales con mal olor, dolor de espalda, piernas o pélvico, cansancio, pérdida de peso, apetito y molestias vaginales.

Adicionalmente, el especialista indicó que como método de pesquisa en el mundo se estima que toda mujer desde los tres años posterior al inicio de las relaciones sexuales o desde la edad de 21 años en adelante, debe realizarse una citología cervical cada dos años, siempre y cuando el resultado sea una citología normal.

Detección temprana es la clave

El tratamiento de todas las condiciones previas al cáncer puede ser sencillo con procedimientos quirúrgicos, que van desde una electro fulguración de las lesiones en cuello hasta la realización de un procedimiento quirúrgico denominado cono de cuello uterino, mediante el cual se elimina toda la zona enferma, manteniendo intacto el resto del útero, de esta manera el tratamiento en esta etapa es más económico, más sencillo y mantiene la posibilidad reproductiva de la mujer. Castillo enfatizó: “La prevención del cáncer de cuello uterino comienza con la educación de las adolescentes favoreciendo el inicio tardío y responsable de las relaciones sexuales, así como la importancia del uso del preservativo”.

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