El asesinato de Graciela Cifuentes ocurrió semanas atrás en una residencia ubicada en la delegación Álvaro Obregón de la Ciudad de México. A la mujer y a su hija de 22 años las apuñalaron, estrangularon y quemaron
Después de semanas de silencio, el asesinato de Graciela Cifuentes y Sol Cifuentes, de 22 años, su hija, en una residencia ubicada en la delegación Álvaro Obregón de la Ciudad de México, salió a la luz tras el clamor de sus familiares.
El pasado 15 de marzo unos delincuentes las apuñalaron, estrangularon y quemaron; a la joven la violaron, reseñó el diario El Tiempo en su portal de noticias.
La Procuraduría General de Justicia mexicana dijo en un comunicado que el organismo especializado en femicidios de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Homicidio investiga el crimen. Cleita Cifuentes, hermana de la venezolana, junto a otros parientes, alzaron la voz, describen a los asesinos como monstruos capaces de hacer “atrocidades inimaginables”.
Los dolientes recordaron que la muchacha oriunda de Guadalajara, estudiaba arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); su madre en cambio, impartía clases de fotografía arquitectónica en la misma institución de educación superior, era fotógrafa profesional de gastronomía. Ambas perecieron a manos de psicópatas que las acuchillaron, luego de perpetrar el doble homicidio incendiaron la vivienda para borrar las huellas del delito.
Hace cinco días un sicario acabó con la vida de la venezolana Nacielys Violeta Hernández Hernández (43) luego de dispararle en la cabeza cuando conversaba con su hija por WhatsApp. El crimen ocurrió en una residencia ubicada en el departamento de Antioquia, en el noreste de Colombia. Aquellos que buscan mejorar su calidad de vida en otros países Latinoamericanos, corren riesgo, la tasa de mortandad se incrementa, detalló un vocero policial.
Saña
La hermana de la víctima publicó un video en YouTube en el que recordaba a la venezolana y a su hija. Antes de quemar tres espacios de la vivienda, incluida la habitación donde violaron a la estudiante, los maleantes abrieron gavetas, revolvieron sus cosas, y sustrajeron objetos de valor.