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La familia Navarro reside en la calle Urdaneta del Campo Grande, en el municipio Lagunillas, al igual que los que habitan en La Florida, El Milagro, Bella Vista, Carabobo, Delicias, Zulima, Rojo, Pinchincha y Alegria no cuentan con el servicio de telefonía y por ende Internet que provee la empresa Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela CANTV. En algunos casos la irregularidad data desde hace nueve meses, otros corrieron con más suerte y los delincuentes apenas se llevaron los cables cuatro meses atrás.
El drama de conexión es perjudica al igual que la precaria situación del resto de los servicios públicos instalados en la zona. La mayoría de los puntos de ventas de los establecimientos comerciales no funcionan y es cuando se desprende el efecto de la variable por la escasez del efectivo. La situación provoca constantes protestas. En la última manifestación, los representantes de la empresa de telefonía indicaron a los usuarios que en la zona no habrá inversiones futuras, puesto que la zona es declarada en “subsidencia”.
Las consecuencias
El deterioro es el peor huésped que recibieron los casi tres mil vecinos de estos campos petroleros que en otrora era sinónimo de progreso y verdor. Como consecuencia de la falta del servicio, de cuatro farmacias que había en la zona solo hay una y está abierta al público hasta el mediodía. Los malhechores atacan sin piedad y contribuyen con el retroceso del lugar.
La única entidad bancaria también resultó afectada por el ataque del hampa común. En la mayoría de las ocasiones no hay sistema para realizar las transacciones bancarias. Adicional substrajeron los aires acondicionados y la estadía resulta imposible de soportar.
Los vecinos se quejan por el nulo patrullaje pese a que en los campos están acantonados los comandos de la Guardia Nacional y pelotón de la Armada. “Hay militares para tirar pal techo y de nada sirve”, comentó Venecio Santiago, un residente afectado por el nulo servicio de conexión. Tampoco hay vigilancia por parte de los que integran el departamento de Protección Control y Pérdidas adscrito a la industria petrolera.
Hampa común
Según informó Polilagunillas, las parroquias más afectadas por el robo del cable de fibra óptica es Libertad y Alonso de Ojeda. “La L la dejaron sin servicio al igual que el barrio Libertad, Las Morochas y algunos tramos de La N entre ellos el barrio Monte Rey. También sustrajeron un tramo de una línea Intercomunal que surtía del servicio al municipio Valmore Rodríguez, el cableado lo restituyeron, pero un mes después lo robaron de nuevo”.
Según el organismo, los delincuentes toman al azar la zona donde cometen el delito, pero gracias a los constantes patrullajes diurno y nocturnos las denuncias por semana disminuyeron a cuatro. Según el diagnóstico y evolución del delito, a pesar que las bandas no están plenamente identificadas, trascendió que la mayoría residen en municipios foráneos. Este delito desplazó al robo de residencias y al de vehículos en el municipio.