Decenas de venezolanos protestaron hoy en Caracas por las fallas en el suministro de agua potable que aseguran vivir desde hace meses pero que ha empeorado en las últimas semanas, cuando también han desmejorado otros servicios públicos en el país que atraviesa una severa crisis económica
Pequeñas manifestaciones tuvieron lugar en el este y oeste de la capital venezolana para exigir a la estatal Hidrocapital (adscrita al ministerio para Atención de las Aguas) que restablezca el bombeo en las zonas residenciales o envíe camiones cisternas para paliar la situación.
La señora Nancy Blanco, residente del oeste de Caracas, dijo al canal en línea Vivo Play que hace más de tres meses no llega agua corriente a su casa por lo que ha tenido que cargar diariamente con un envase de 20 litros que llena en su trabajo y traslada a pie hasta su hogar, a cientos de metros de distancia.
“¿Dónde está este gobierno? No podemos con esta situación ya, todo es un caos”, dijo Blanco que participó en una pequeña manifestación en el municipio caraqueño de Libertador, gobernado por el chavismo.
Por otra parte, una veintena de personas acudió a la sede de Hidrocapital en la localidad de Chacao (este de Caracas) para denunciar con pancartas y envases vacíos la falta de agua.
Los vecinos, sometidos desde hace cuatro años a un racionamiento en sus tuberías, criticaron que la empresa estatal no cumple con las 84 horas semanales de suministro y, en ocasiones, envían agua a estas zonas por un período de tiempo menor a las 40 horas semanales.
Además, otro grupo de ciudadanos acudió a la sede de la Defensoría del Pueblo para pedirle al ombudsman venezolano que se aboque en la defensa del “derecho humano del acceso al agua y al saneamiento”.
Así lo expresó el concejal caraqueño Jesús Armas, quien, aseguró, consignó un documento en esta dependencia para pedirle a Hidrocapital que garantice el suministro constante de agua.
Las manifestaciones por la falta de agua se registran casi a diario en todos los estados del país petrolero, afectados también por la hiperinflación, la escasez de productos, la inseguridad, así como la crisis en el sector transporte y de la salud.