
En el pavimento se observaban las marcas en S que dejaron los neumáticos. A un lado del camino, los restos de la carrocería se confundían con la arena, el aceite, los vidrios y documentos de las víctimas.
En el pavimento se observaban las marcas en S que dejaron los neumáticos. A un lado del camino, los restos de la carrocería se confundían con la arena, el aceite, los vidrios y documentos de las víctimas. Los vecinos no presenciaron el choque, pero sabían que hubo seis muertos y seis heridos. A unos los recogieron de la carretera y otros quedaron atrapados en la cabina del camión Ford 350 celeste luego de la colisión.
Los González lloran a cinco de sus integrantes. A las 12.00 de la medianoche, dos jovencitos corrieron hasta su hogar y les anunciaron que Misael y Ana Sofía (50); la abuela Alida y dos de sus tíos, Aníbal y Rangel, murieron luego de que el chofer de una camioneta Silverado, roja, placa A22DW9A, los impactara en la vía principal del sector Lo de Doria, municipio Jesús Enrique Lossada. El conductor, José Gregorio Rincón Villalobos (26), también falleció.
Los familiares llegaron al sitio para auxiliar a sus parientes, pero ya no había nada que hacer, estaban muertos. Un comando de la Guardia Nacional pidió apoyo a los Bomberos del Sur y de Maracaibo y a la Policía Nacional Bolivariana. “Al parecer, la camioneta le quitó la derecha a los del 350 y se produjo el choque”, informó un oficial.
Los bomberos auxiliaron a los heridos. En estado crítico trasladaron a Jaquelín del Valle Palmar y Leonardo González (6) al Hospital Universitario, mientras que Misael González (9) ingresó al Hospital General del Sur.
Los testigos contaron a la Policía que a las víctimas las sacaron poco a poco. “Hubo que cortar el camión para sacarlos”. Solo Andrés González, Ángel González y Jaqueline Ramírez presentaron heridas leves.
Los González se llevaron el camión de sus parientes hasta su casa. Allí lo cubrieron con una lona. Los oficiales de tránsito remolcaron la camioneta a un estacionamiento, trataron de contactar familiares del conductor y se marcharon. Esperarán los resultados de la necropsia para esclarecer si estaba bajo los efectos del alcohol. Su cuerpo permanece en la morgue.
Se supo que los sobrevivientes se encuentran estables, los jóvenes presentaron hematomas en todo el cuerpo, la tercera víctima tenía fracturas en una pierna, “como iban en la plataforma de carga, del camión, no sufrieron mayores daños”, indicó un familiar.
La historia se repite
En el sitio, dos hojas blancas, sucias por la arena, escritas a mano con bolígrafo negro, indicaban que Misael González trasladaría los restos de su hermano hasta el municipio Mara.
Un familiar de las víctimas explicó que “ellos venían de Sinamaica”, regresaban del segundo entierro de un hermano de Misael, quien falleció en un accidente de tránsito hace ocho años. Los wayuu tienen como tradición exhumar el cuerpo de los parientes fallecidos luego de 10 años, limpiarlo y recolectar lo que aún se conserva para traspasar a un cofre pequeño y sepultarlo nuevamente.
Los González se reunieron en la casa de Misael y su esposa Ana Sofía en el sector Los Dulces. Las mujeres lloraban y gritaban en medio de la sala. Otro grupo conversaba en el patio, mientras unas treinta mujeres organizaban los documentos para tramitar la entrega de los cuerpos. Los hombres rodeaban el auto destrozado y murmuraban entre ellos.
Una de las hijas de Alida y hermana de Ana Sofía, le pidió a los medios que se retiraran del hogar, luego de que un grupo de hombres se le acercara a reclamarle por la presencia de los periodistas en el sitio.
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