Transportistas
En las horas “pico”, como dicen los conductores, el centro colapsa y esa es una de los pocas vías alternas que hay para desahogar el tráfico. “Si queremos ir al mercado de detallista, debemos rodar más porque solo los atrevidos se atreven a circular por esa calle”, dijo Enderson Chirinos, chofer de la línea Ambrosio.
Y es que la vía quedó completamente de tierra, la maleza ya se deja ver entre ella y con las recientes lluvias permanece anegada. Los trabajos quedaron inconclusos por falta de presupuesto, reveló el profesional del volante, quien manifestó que fue el único alegado que le dieron en ingeniería municipal cuando fueron a solicitar la reactivación de los trabajos.
Al día sumaban más de 500 carros entre choferes y particulares que utilizaban la vía alterna para trasladarse a donde iban. Chirinos contó que inicialmente rompieron una parte de la calle para instalar el colector, luego iniciaron el proyecto de ampliación y todo quedó inconcluso.
Al problema se le suman unas 12 familias y los negocios sobreviven a la difícil tarea de vivir en el lugar. “Pedimos que retomen los trabajos, instalen el colector y asfalten, algo sencillo y que ayudará demasiado sobre todo en esta época decembrina”.
La calle El Lote se vuelve hasta intransitable para los peatones, quienes tampoco pueden aprovechar el atajo por los huecos que dejaron, el exceso de matorral, el barro y agua que se acumula.
Chirinos aprovechó para reclamar que el asfaltado de las principales vías del casco central, aseguró que es difícil trabajar con calles en mal estado y son al menos dos mil vehículos que a diario se sirven de esas vías. Se intentó contactar a representantes de ingeniería municipal, pero no atendieron el llamado.