El CNE no es para nada fiable y mucho menos imparcial, por lo que no califica para ser un ente serio que pueda garantizar unas elecciones limpias. Por no ser objeto de confianza ni de seguridad alguna, ahora más que nunca la gente dudará entre si ir a votar o no
En las pasadas elecciones del 15 de octubre fue necesario acudir a los centros de votación para elegir los gobernadores de estado. ¿Razones? La Comunidad Internacional y demás organismos políticos del mundo, especialmente la Unión Europea, ONU, Mercosur, entre otros, se lo exigían a la sociedad civil venezolana que adversa la tiranía de Nicolás Maduro. Tal conglomerado de naciones y organismos no concebían que el régimen fuese capaz de montar una trampa de manera tan descarada, habida cuenta de que el mundo entero estaba atento y vigilante de todo lo que el Consejo Nacional Electoral estaba haciendo.
¿Qué hubiera pasado si la oposición que adversa a la tiranía no salía a votar? La misma Comunidad Internacional le hubiera echado en cara de ser irresponsable, convalidándose la tesis del régimen madurista de que la “derecha” no quiere paz ni entendimiento alguno con el Gobierno.
Es el caso que el CNE cometió un fraude inmenso, alterando cifras, además de montarle a la oposición innumerables trabas y obstáculos que terminaron por dar los resultados ya conocidos. Y como si todo eso no fuera suficiente, pretendió obligar a los cinco gobernadores electos que lograron sortear la poda de las rectoras a juramentarse ante un engendro ilegítimo e inconstitucional, producto de un acto irrito y delincuencial como lo es la Asamblea Nacional Constituyente. Afortunadamente uno de ellos, el gobernador electo del Zulia, Juan Pablo Guanipa, no se prestó a participar en la degradante tragicomedia que montó el régimen, lo cual no es otra cosa que la pretensión de envilecer y humillar a los políticos democráticos que adversan la tiranía.
¿Qué consecuencia traerá el descarado fraude cometido por las rectoras del CNE? En primer lugar, el desprestigio definitivo del organismo electoral en Venezuela por su descarada parcialización con el Poder Ejecutivo. El CNE no es para nada fiable y mucho menos imparcial, por lo que no califica para ser un ente serio que pueda garantizar unas elecciones limpias. En segundo lugar, volverá a llamar a nuevas elecciones como las de los Alcaldes y Municipales. Por no ser objeto de confianza ni de seguridad alguna, ahora más que nunca la gente dudará entre si ir a votar o no. En tercer lugar, que la Comunidad Internacional y miles de ONG en el mundo al fin terminaron por comprender lo que está pasando en Venezuela. Las cuatro rectoras chavistas no están en capacidad ni tienen la voluntad de ofrecer elecciones limpias, independientes y transparentes.
¿Por qué la oposición perdió las elecciones del 15-O? Primero, debido a una alta tasa de abstención, lo cual le permitió al régimen llegar cómodamente; segundo, por muchas severas irregularidades que se cometieron durante el proceso; tercero, desventajas en las condiciones electorales; cuarto, la no sustitución de candidatos perdedores en el tarjetón, creando con ello gran confusión entre los electores; quinto, un alto volumen de votos anulados; sexto, reubicación de centros de votación 72 horas antes de la fecha fijada; séptimo, graves excesos de abusos de funcionarios electorales antes, durante, y después en el acto de votación. Ahora que vienen las municipales y luego las de alcaldes y presidenciales, ¿cómo se puede ganar con tanta tramposería y falta de transparencia unas elecciones? Esto es un asunto muy serio que la oposición en Venezuela y los demás países democráticos del mundo están obligados a estudiar.