Comunidad de San Sebastián y El Pinar vive entre aguas negras

Las enfermedades de la piel y las complicaciones respiratorias aumentaron producto de la contaminación de la calle. Vecinos con ventas de comida sufren por el mal olor y las plagas que además disminuyen sus ventas 

Un río de aguas negras corre por dos cuadras del barrio San Sebastián y El Pinar, parroquia Manuel Dagnino, al sur de Maracaibo. Las 20 familias que habitan la zona claman por la asistencia de Hidrolago para que desahogue la cloaca. 

A la altura de la calle 114, la boca de visita sin tapa emana el líquido fétido hacia la carretera. La comunidad depositó sobre el charco, troncos, ramas y piedras como medida de señalización para captar la atención de las personas que pasan por la zona. 

Marina Salas, vecina de la calle 114, explicó que hace dos meses la tubería se tapó producto de las lluvias que arrastraron escombros y basura. Cada año Hidrolago se acercaba a la zona y succionaba con el camión vacuum las obstrucciones. 

Esta vez no recibieron soluciones y ya van cuatro semanas en medio de la insalubridad. Los vecinos tomaron las medidas y las vías para solucionar el problema, pero requieren de la colaboración de las autoridades.

Cuesta abajo  

Los comercios que están en las inmediaciones de la zona ven cómo sus ventas disminuyen debido al mal olor y las plagas emanadas de la cloaca. La familia de Salas maneja una venta de empanadas desde hace 30 años. Su local se comunica directamente con la calle y con la persistencia del agua contaminada en la vía, sus ventas disminuyeron y aumentaron las enfermedades de la piel en los niños y adultos.

Olimar Acosta, trabajadora de una venta de almuerzos caseros, aseguró que las moscas son una constante diaria. No importa cuanto limpien los pisos, el olor nunca se va. La comida ya no se venden como antes y “para colmo”, su hijo menor sufrió  complicaciones respiratorias como consecuencias de los gases de la calle. 

De acuerdo con el consejo comunal, se entregó una carta pidiendo el envío del camión vacuum, sin embargo, afirmaron tener las dos unidades en reparación. La comunidad pidió celeridad a Hidrolago en la resolución del problema. 

“Los clientes dejan de venir porque no tienen donde estacionar el carro entre tantas aguas putrefactas”. Jonny Acosta, vendedor de almuerzos.