El Gobierno está convencido de que la única fórmula para mejorar la economía del país es con el Carnet de la Patria, suerte de instrumento a la mendicidad y compra de inconsciencias, porque cada venezolano con claridad de pensamiento y conocimiento de la realidad, sabe que ese no es el camino para superar la crisis
Los primeros días del año han sido una extensión de los angustiosos momentos que el pueblo venezolano vivió el año 2017. El discurso presidencial continúa al mismo tenor, promesas y ofertas van, así como planes inmediatistas y proyectos económicos montados en el aire, dirigidos a terminar de enterrar al devaluado bolívar, con cuyo valor excesivamente disminuido no se compra nada. Los análisis para un nuevo Plan de la Patria electorero están dirigidos a escuchar las pedigüeñerías de las bases chavistas, que piden de todo sin que nada tenga que ver con el desarrollo económico, industrial y futuro del país.
El proceso de diálogo entre el Gobierno y la oposición se encuentra atascado. El Gobierno participa como los jugadores de póker, con las cartas marcadas, para no ceder en lo fundamental: El nuevo CNE y su integración, así como el desempeño de la ANC de legislar en materias que constitucionalmente son competencia de la Asamblea nacional. Estos dos aspectos son intocables para Maduro, por lo que no podemos ser optimistas que se produzcan salidas satisfactorias para todos en estos dos escenarios.
En ese proceso de inventar cada vez que las pantallas de los televisores proyectan la imagen del señor Presidente, se nos anunció la creación de una moneda virtual, como para hacernos entender que el bolívar definitivamente está enterrado. Por todo lo que sobre dicho proyecto se ha dicho, este murió al nacer, por cuanto el anunciado respaldo en que estaría soportado, se basa en el precio del barril de petróleo venezolano en el mercado, que como sabemos la influencia de nuestra producción no tiene ninguna incidencia en los precios, recayendo está en la producción de los países árabes, Estados Unidos y Rusia.
Esta realidad no tiene expectativas favorables para que, a través de una supuesta operatividad de la nueva moneda virtual llamada petro, la economía venezolana pueda superar la crisis y garantizar el crecimiento económico a futuro del país, porque bien sabido es que la economía mundial se rige en un mercado fuertemente dolarizado.
Las recomendaciones que los expertos hacen al Gobierno para que se adopten medidas económicas elementales y viables, dirigidas a mejorar la economía, caen en un “mar de silencio” y son utilizadas por los voceros oficiales para acentuar el discurso descalificador de todo lo que se diga y provenga, -según sus opiniones-, de la derecha venezolana, del imperio y de los traidores de la patria. El Gobierno está convencido de que la única fórmula para mejorar la economía del país es con el Carnet de la Patria, suerte de instrumento a la mendicidad y compra de inconsciencias, porque cada venezolano con claridad de pensamiento y conocimiento de la realidad, sabe que ese no es el camino para superar la crisis.