Sería
A comienzos de año, cuando se recuperaba de una cirugía Tommy John en el codo izquierdo, Martín Pérez dijo que regresaría en julio, justo cuando los Rangers lo necesitarían más. No se equivocó, Texas hoy (7.30 pm) lo requiere en su mejor forma para liquidar a los Azulejos de Toronto.
“Cuando decía eso, me refería a esta clase de juegos. Yo tenía la convicción de que llegaríamos a esta etapa”, confesó el zurdo a La Verdad por vía telefónica. “Ahora hay que hacer todo como se debe para pasar a la siguiente ronda. Siempre me estuve preparando para estos retos”.
Pérez tendrá todo en su favor: la Serie Divisional se mudó al Globe Life Park (Texas) y su club la domina 2-0, por lo que esta noche podría ponerle punto final y avanzar a la Serie de Campeonato de la Liga Americana. El guanareño, que no la tendrá fácil, sabe cómo ajustarse ante una toletería tan férrea como la de los canadienses.
“Saldré a hacer lo mismo: a atacar la zona de strike y mantener la bola bajita. En todos los turnos, ellos (Azulejos) tratan de sacar la bola del estadio, de dar jonrones. Debo usar mucho mi cambio afuera, con mi slider y mi curva. Ellos pueden cambiar el juego en tres turnos y yo no les quiero dar esa oportunidad. Voy a mí y a mis compañeros, mañana (hoy) será un día importante y nos llevaremos la victoria”.
Aporte venezolano
Una razón de la situación que viven los texanos es la contribución de los jugadores criollos. Robinson Chirinos pegó jonrón de dos carreras el jueves y su conjunto capturó el triunfo (5-3), Rougned Odor también la sacó en la primera jornada, suma cinco carreras anotadas y su agresividad marcó el ritmo de los encuentros anteriores. En el caso de Elvis Andrus, su solidez en el shortstop opaca su bajón ofensivo.
Sería la primera vez en la historia de la Liga Americana que cuatro criollos abren un juego de postemporada con un mismo equipo.
“Tener a estos muchachos detrás de ti te da mucha confianza, sabes que en cualquier momento harán el trabajo y darán ese extra. Como jugaron los últimos dos juegos es una cosa increíble, es el béisbol caribeño, lo que nos enseñaron a nosotros.
Esto va a continuar, vamos a seguir demostrando que quizás no éramos el equipo favorito, pero tenemos hambre de jugar y de hacer las cosas bien para lograr lo que no pudimos en 2010 y en 2011, que es ganar la Serie Mundial. Esa es la meta que tenemos: quedar campeones”, continuó Pérez.
Satisfecho
Cuando recibió el alta médica para lanzar nuevamente en Grandes Ligas, el siniestro recién cumplía 14 meses de no tirar una pelota en las Mayores. Su primer apertura este año, el 17 de julio frente a Astros de Houston, fue el inicio de una campaña respetable, superior a lo que muestra la superficie de sus estadísticas.
Pérez terminó con récord de 3-6 y 4.46 de efectividad en 14 salidas, nada impresionante para una promesa del pitcheo. Pero realmente tres salidas malas (contra Yankees, Marineros y Atléticos) abultaron sus guarismos. Sin esas tres aperturas negativas, en las que permitió 17 rayitas limpias en 10.0 entradas, el porcentaje de anotaciones merecidas del nativo sería de 2.88 en 68.2 episodios.
“Fueron tres salidas que no me ayudaron, no dejé la bola donde la quería, pero eso es parte del béisbol. Hay que pasar la página y enfocarnos en lo que queda de juego, que es pasar a la siguiente ronda y pasar a la Serie Mundial”, agregó el serpentinero. “Creo que hice tremendo trabajo. Estoy muy agradecido con mis compañeros, mi familia y a la gente que me ayudó a que mi recuperación fuera un éxito”.
Con 24 años de edad, el pitcher del estado Portuguesa tiene en sus manos la oportunidad de igualar lo hecho por Freddy García el 7 de octubre de 2005, con los Medias Blancas de Chicago: apuntarse la victoria del avance de su equipo a la Serie de Campeonato.