Algunos venezolanos se adaptaron a nuevas responsabilidades. José Altuve es uno de los casos más relevantes, junto con el ahora estelar cerrador de los Filis, Jeanmar Gómez. El zuliano Odúbel Herrera asumió como el primer bate de los Filis de Filadelfia y batea .316 en ese orden. Otro gran caso es Gómez, quinto en salvados con 19 rescates, al igual que Aníbal Sánchez
Durante la temporada 2016 de las Grandes Ligas varios venezolanos han tenido que adaptarse a nuevos roles desde el inicio y otros con la zafra ya en curso. José Altuve es uno de los que mejor maneja el cambio a la ofensiva, junto con el zuliano Odúbel Herrera, mientras que Jeanmar Gómez y Aníbal Sánchez supieron hacer el ajuste desde el plano de los lanzadores.
Altuve tomó la responsabilidad de ser el tercero en el orden ofensivo, después de fungir como primer bate de los Astros de Houston en los últimos años en las Mayores. Aunque el papel en principio era mientras el boricua Carlos Correa se recuperaba físicamente, el venezolano batea para un exorbitante .388 en 11 juegos en ese lugar en el orden al bate con par de jonrones, cuatro remolcadas y cinco anotadas.
“Dada la confianza que tiene en su enfoque y su capacidad para embasarse, anotar y batear, no me sorprende que pueda moverlo sin que interrumpa su mentalidad”, aseguró el mánager de los siderales, AJ Hinch, al Houston Chronicle. “Él continúa aumentado sus impresionantes estadísticas”.
En cuanto a Herrera, inició la campaña sin un lugar estable en la alineación, pero desde el 20 de abril ha sido el primero en el line-up en 52 de los 56 encuentros que ha disputado, luego de no figurar ahí en sus primeros 15 duelos. Iniciando la ofensiva de los Filis de Filadelfia tiene un promedio al bate de .316 con cinco cuadrangulares, 17 fletadas y 32 anotadas.
Serpentineros se adaptan
Uno de los pitchers que mejor año vive fuera de su rol inicial es Gómez. El derecho estaba destinado a ser el relevista largo de Filadelfia, pero una vuelta del destino lo puso como el cerrador de los cuáqueros y en este momento es el quinto taponero con más salvados en la Gran Carpa, con 19. El caraqueño tiene efectividad de 3.00 en 33.0 innings con 24 ponches y nueve pasaportes.
Desde el bullpen de los Tigres de Detroit, Sánchez demuestra que puede ser eficiente como relevista, función que nunca antes cumplió y que debió asumir por su mal desempeño como abridor al inicio de la zafra. El criollo exhibe promedio de anotaciones limpias de 1.86 en 9.2 entradas lanzadas con seis ponches, par de boletos y récord de una victoria y una derrota.