Laura
La prevención es la clave. Según cifras de la Unicef, uno de cada tres niños va a sufrir algún tipo de abuso sexual antes de llegar a la pubertad, las estadísticas son alarmantes. En una hora cerca de 224 niños han sido abusados sexualmente, la cifra corresponde solo a Latinoamérica.
Laura Acosta, coordinadora de sanidad del grupo Soy Un Guardián fundación sin fines de lucro que busca prevenir el abuso sexual infantil, aseguró que a pesar de que Venezuela no cuenta con cifras oficiales sobre violaciones, manejan que de cada 98 casos solo uno se denuncia.
“Creemos que educar sexualmente a nuestros niños es una manera de protegerlos del abuso sexual infantil, fomentamos campañas y programas que sensibilicen a la sociedad sobre este flagelo, es tarea de todos porque todos tenemos niños que nos pueden importar. Al pensar en tres niños, que uno quieras bien sean en sobrinos, primos, hijos en el vecino, si eligen a uno de esos tres a uno le va a tocar un abuso sexual, son las estadísticas”.
Prevención
La representante de la fundación destacó que la prevención es necesaria para evitar el incremento de este tipo de abuso que deja una cicatriz imborrable en quienes pasaron por eso.
Aseguró que a través de los programas dirigidos a niños entre cuatro y nueve años se les enseña la importancia de cuidar sus partes privadas, declaró que les enseñan la diferencia entre “secretos buenos y malos”.
Resaltó que también cuentan con programas de prevención para adultos. “A los adultos les enseñamos algunas estrategias de cómo hablarles a los niños de sexualidad, cómo darles estrategias para que siempre puedan tener una buena comunicación, para que el niño si está en una situación de riesgo lo pueda comunicar, eso es lo que hacemos en la parte de prevención”, declaró.
Estigma
Acosta explicó que existen 250 consecuencias científicas asociadas al abuso sexual infantil, precisó que cuando una persona abusada no recibe ayuda, lejos de olvidar se arraiga aún más en la experiencia y no le permite un sano desarrollo en su vida social, emocional ni sexual.
Resaltó que las personas tienen a no denunciar los casos de abuso, sobre todo en violación a menores. “¿Por qué no se denuncia el abuso sexual? Porque el abusador generalmente no es el extraño que está en una calle y abusó del niño, el abusador se encuentra en el núcleo familiar o es un amigo cercano del núcleo familiar, puede ser un tío, un hermano, un primo, hasta el propio padre, incluso más allá de la figura del padrastro que es que se tiende a asociar que es el padrastro quien abusa, nosotros incluso nos hemos topado que queremos denunciar un caso y nos han puesto muchas trabas”.
Indicó que es necesario denunciar porque “este flagelo se alimenta del silencio” porque generalmente es alguien de la familia. “Lo más triste es que generalmente la mamá sabe del abuso y no lo dice no porque no quiera al niño, sino porque no sabe cómo actuar, porque para ella el hecho de que tal vez alguien de su familia abusó de su hijo implica para ella que tal vez fracasó como madre, si fue su pareja quien abusó entonces también siente que fracasó como mujer, es todo un cuadro que hay que analizar, es mucho más complejo”.
Tipos de violación
La vocera de la fundación Soy Un Guardián, explicó que el abuso sexual no es solo violación, que existe el toque físico y sin toque físico. Detalló que exponer al niño a ver pornografía, que un adulto le muestre los genitales y luego lo toque ya es un tipo de violación.“El roce puede ser que no sea en sus partes privadas, pero al haber un roce con malicia se convierte en abuso. Realmente el abuso sexual infantil pocas veces requiere de violencia física, generalmente al niño se le seduce, al niño se le crea lo que llamamos la paradoja del abuso, porque es alguien que el niño quiere porque es cercano. Esa persona puede ser que le diga cosas como ‘esto es una forma en la que yo te amo, esto no se lo puedes decir a nadie, esto es un cariño’ y el pequeño accede porque lo coacciona a través de la manipulación”. Resaltó que esa frustración es aún más difícil de desarraigar.