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Celebramos el aniversario de la mención Educación Preescolar de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad del Zulia (LUZ), creada en 1967, con una reflexión acerca de los aspectos inherentes al proceso educativo de nuestros jóvenes, desde la educación inicial hasta la universitaria. Hoy, con pesar escuchamos los comentarios de muchos profesores universitarios preocupados por las aptitudes y actitudes con las que llegan los estudiantes a nuestras instituciones de educación superior, esto nos invita al análisis de lo que está ocurriendo.
Para tener universitarios exitosos es necesario que desde temprana edad se apueste por el desarrollo óptimo de las capacidades de los niños, para ello es necesario integrar esfuerzos entre la institución educativa y la familia. Los padres son los principales garantes de que sus hijos reciban una educación de calidad, apropiada a la edad y las condiciones particulares de cada educando.
En cada comunidad educativa deben preocuparse por aportar los programas apropiados y actualizados, asimismo velar por las necesidades que tenga cada niño y atenderlas de manera eficiente.
Todos estos aspectos son claves para tener estudiantes y posteriormente profesionales exitosos. Además de esta manera se contrarresta las limitaciones del sistema educativo, los indicadores no son favorables cuando los docentes no tienen una remuneración adaptada a la realidad y cuando se desconoce la situación de la prosecución estudiantil en los ciclos medio y diversificado.
Hoy, si bien la educación no es garante del ascenso económico y social, no podemos olvidar que es un instrumento que contribuye a la paz, la responsabilidad y al empoderamiento ciudadano, por ello, debemos seguir trabajando a pesar de las adversidades para que egresen el mayor número de profesionales. Para ello, es necesario que la familia, y en especial los padres, consideren que el desarrollo educativo de las nuevas generaciones es la misión más importante que tienen en la vida.