
“Estamos
A un mes del aumento de salarios y bonos de alimentación decretado por Maduro en mayo, el tique de alimentación de 18 mil 585 bolívares mensuales representa solo 15,6 por ciento de la canasta alimentaria familiar calculada por el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros en 184 mil 906,35 bolívares.
Un fenómeno que no sorprende a Alberto Castellano, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de Luz. El economista pronostica que oficialmente la inflación cierre en alrededor de 300 por ciento este año, pero extraoficialmente, tomando en cuenta los mercados alternativos, el alza de precios podría estar por encima de mil 500 por ciento al final de 2016.
Si se aplica un promedio a la inflación de mil 500 por ciento que se percibe, arroja un resultado de 125 por ciento mensual. “Estamos rayando en la hiperinflación”, asegura el economista, aclarando que a pesar de que no cabe dentro de la literatura, por elementos coyunturales como las distorsiones económicas y especulación ocurre un disparo importante de precios.
A pesar de que el Gobierno ha hecho esfuerzos importantes para incrementar el salario nominal, cuando a ese monto se le resta el aumento de los precios del mercado, el salario real disminuye considerablemente. “Hay que aplicar políticas antiinflacionarias de inmediato. El ente cuyo objetivo primordial es establecer estabilidad de precios es el Banco Central de Venezuela (BCV), lamentablemente el que está generando inflación es el mismo BCV porque financia el déficit fiscal de PDVSA”, una medida que de acuerdo con el economista debe revertirse.
Esto acompañado de la modificación de la política fiscal y la vigilia de la calidad del gasto y su racionalización. “El elemento inflacionario es bastante complejo, pero si no se ataja en este momento, de nada sirve el aumento de salario nominal”.
El experto resalta que la escasez y el desabastecimiento de productos juegan un rol fundamental en el aumento de precios. De acuerdo con sus estimaciones, los índices de escasez pueden estar entre 80 y 90 por ciento dependiendo del rubro, en productos alimenticios de primera necesidad. En los artículos de higiene personal la cifra asciende a 80 por ciento y los productos cárnicos presentan alrededor de 50 por ciento de presencia en el mercado.
El aumento desahoga a los sectores que viven de un salario fijo, pero es momentáneo, pues la inflación ataca inminentemente. “Estamos hablando de cifras de dos dígitos los últimos meses en la inflación oficial” añade que hay meses que sobrepasan el 14 por ciento de incremento de precios al consumidor, una situación que nunca se había visto intermensualmente, insiste.