El fantasma de la hiperinflación

En Venezuela la incertidumbre es cada vez mayor, por el silencio cómplice de quien debe actuar e informar con autonomía: el BCV

En la historia de la economía contemporánea, 56 países han padecido de hiperinflación. Hay acuerdo entre los académicos en considerar que existe, cuando la tasa de inflación se ubica sobre 100 por ciento a lo largo de tres años, o cuando se registran alzas de precios de 50 por ciento mensual. Es un ciclo inflacionario que no puede alcanzar el equilibrio. Este mal económico aparece como producto de guerras, una deficiente política económica o una transición de una economía centralmente planificada a una de mercado.

 En Venezuela es evidente que todo lo está ocasionando una pésima política económica, vinculada con el proceso de llevarnos de una economía de mercado con imperfecciones, a una centralmente planificada: el Socialismo del siglo XXI. En opinión del economista S. Hanke de la Universidad J. Hopkins “para colocar a Venezuela en el camino correcto, es necesario echar el modelo socialista al basurero”. Países muy vinculados al régimen actual de Venezuela, como Argentina, Bolivia, Brasil y Perú la experimentaron hace 30 años. Su antesala se asemejó mucho a lo que estamos viendo aquí hoy: períodos de alta inflación, fuga de capitales, desequilibrio fiscal, brecha entre dólar oficial y el paralelo y contracción económica acompañada de escasez, desabastecimiento y desempleo. 

En Venezuela la incertidumbre es cada vez mayor, por el silencio cómplice de quien debe actuar e informar con autonomía: el BCV. Para llenar ese vacío, los especialistas opinan según sus estimaciones. Para Ecoanalitica la inflación de 2015 pudiera cerrar en 200 por ciento. Para A. Guerrero “Venezuela ya está en una hiperinflación”, considerando la pérdida del valor adquisitivo de la moneda. A. Oliveros advierte que “la hiperinflación es un avance desordenado de todos los precios y se refiere a una situación generalizada” y no dividida en sectores. Para A. Grisanti del Barclays Capital: “Dado que hoy por hoy somos el único país en el mundo con una inflación de tres dígitos, deberíamos considerar que estamos en hiperinflación”. 

Es evidente entonces, que el fantasma de ese fenómeno ya está entre nosotros. Más del 80 por ciento de los venezolanos en reciente encuesta (Venebarómetro) asegura que sus ingresos no le alcanzan si siguiera para comprar la comida que requiere. El bolívar no vale nada. En consecuencia, más que discutir si en el país se están dando o no los aspectos teóricos de la hiperinflación,  lo importante es que en la práctica ya estamos experimentando sus efectos.     

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