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Según estudio realizado por Antonio Pasquali, Chávez planeó crear 58 universidades tapa amarilla, de las cuales ya se abrieron 46. En 10 años logró que el gasto público en educación superior, pasara de cuatro a 62 millardos y el estudiantado universitario creció casi en 300 por ciento, hasta llegar a los dos millones 700 mil de hoy. En porcentajes, tenemos 90 mil universitarios por millón de habitante, contra por ejemplo, 36 mil 600 en el Reino Unido, 28 mil 300 en Italia y 21 mil 200 en Francia, lo cual nos coloca en el quinto lugar en matrícula universitaria en el mundo.
Estas son las cifras impresionantes que muestra el Gobierno como grandes logros, cuando en realidad, han representado un gran fraude. El ejemplo más notorio es la Medicina Integral Comunitaria, cuyo diseño curricular tiene un alto contenido ideológico que es el objetivo esencial, mientras que el nivel académico es sumamente pobre, lo que induce galenos chucutos y mediocres en su formación.
El propósito era formar 100 mil egresados entre 2005 y 2015, como parte del convenio firmado con Cuba. Afortunadamente, esa cifra no se ha cumplido y para marzo de 2015 sólo han egresado 18 mil 763 mal preparados graduados que representan menos del 20 por ciento de la meta establecida. Pero el daño peor lo han sufrido las universidades autónomas y sus posgrados, con la migración de 13 mil médicos, muchos de ellos especialistas y más de mil profesores. Lo cual se hace extensivo a otras profesiones.
Pero la estafa se extiende al resto del sistema educativo en un país donde, según cifras oficiales, un millón de jóvenes están fuera del sistema escolar y existen 3.5 millones de niños abandonados. Por muchos “Simoncitos” que existan, los niños no asisten. Hay aproximadamente 15 mil escuelas básicas y apenas cinco mil liceos. La deserción en bachillerato es de 70 por ciento.
En los liceos, las materias Castellano, Física, Química, Matemática, Biología e Inglés cuentan con un déficit de 40 por ciento de educadores, de los cuales, 130 mil no tienen título. Se podrán imaginar la situación con los profesores de las universidades socialistas. Para cerrar, el Ministro de Educación ha declarado: “no vamos a sacar a la gente de la pobreza para llevarla a la clase media”. Que oiga quien tiene oídos…