Los demócratas son engañados con unas conversaciones en Santo Domingo, que desde un principio se sabía que era para darle tiempo a la dictadura. Por fin se dan cuenta de que la única solución es la abstención electoral. Maduro entiende que elecciones sin contrincantes no son elecciones y aquí empieza la tramoya
En las elecciones para Asamblea Nacional del 2015, el chavismo le arrebató fraudulentamente la mayoría calificada que daba el completo dominio a la oposición e inventó una constituyente paralela que anuló a la legítima elegida por el pueblo y se dedicó a hacer lo que le daba la gana, e incluso, adelantar las elecciones con un Consejo Nacional Electoral (CNE), cuyos rectores fueron elegidos con trampa y cuyas actuaciones son públicamente fraudulentas y descaradamente a favor de la dictadura.
Un país donde la oposición, siendo mayoría, pierde las elecciones y gana el partido de un presidente que tiene el 80 por ciento de rechazo y como si fuera poco, arrasa con todas las gobernaciones y alcaldías. Y la boba oposición, excepto Bolívar, no hizo absolutamente nada. Este entreguismo hizo que los electores perdieran totalmente la fe en sus políticos.
Una oposición con su liderazgo desunido y sus electores aturdidos, desesperanzados y en desbandada, con más de seis millones de expatriados y sin un candidato triunfador según las encuestas, no tiene posibilidades de medirse en las urnas. Esto fue aprovechado por Maduro para adelantar las elecciones pensando que la situación de hambre se va a agravar en un futuro próximo, lo cual haría su triunfo más que imposible.
Se inhabilitan descaradamente los candidatos y los partidos con chance. Los demócratas son engañados con unas conversaciones en Santo Domingo, que desde un principio se sabía que era para darle tiempo a la dictadura. Por fin se dan cuenta que la única solución es la abstención electoral.
Maduro entiende que elecciones sin contrincantes no son elecciones y aquí empieza la tramoya. Salta el paracaidista, oportunista, exchavista, exmilitar, Henri Falcón, quien perdió las elecciones de su estado ante una desconocida chavista, a darle la oportunidad que buscaba el dictador. ¿Cuánto le habrán ofrecido? Así le convendrá al Gobierno esta postulación, que ya sale la propaganda electoral de Falcón en las televisoras chavistas.
Las fuerzas democráticas, en conjunto tienen que convencer al mundo de este fraude electoral sin garantías, cuyas mesas de votación van a ser controladas en casi su totalidad por el PSUV. No es de extrañar que mediante manejos del CNE, Maduro gane por estrecho margen, para quedar bien ante el mundo. Que oiga quien tiene oídos…