Platón
En la República o el Estado, (L.VIII), una obra muy importante -entre otras- de Platón, maestro del pensamiento occidental, vigente actualmente, se encuentra tipificado como inspiración a otros muchos pensadores más recientes como Maquiavelo y Hobbes, el ejemplo más emblemático de la conducta humana respecto a la voluntad de poder del malo; representada por el autor como el hijo pródigo que llega a ser mandatario, presidente o gobernador y, que por su espíritu perverso se convierte en tirano.
Platón mediante el protagonismo de su obra representada por Sócrates señala a la tiranía (dictadura) como la peor enfermedad que puede padecer un Estado”. Sócrates, ante sus filósofos afirma que el tirano es un parricida, y cuando el pueblo le descubre y se cansa de él, quiere deshacerse del mismo, pero cuando trata de actuar se encuentra que éste, aun habiendo sido producto de su propia elección (democrática), le ha traicionado ¡como a un padre traicionado por un hijo!.
Afirma “ no es justo que un hijo ya grande y fuerte sea una carga para su padre; que por el contrario, a él toca procurar el mantenimiento a su padre; que al formarle y educarle, no ha sido su ánimo que se convirtiera en dueño cuando fuera grande, ni ser el pueblo esclavo de sus esclavos, ni alimentarle a él y a esa muchedumbre de extranjeros que le rodean; que lo que se propuso fue solamente libertarse por su medio del yugo de los ricos y de los que se llaman en la sociedad hombres de bien.”
Entonces, ¿qué debe hacer el pueblo?,¿no deberá en este concepto mandarle que se retire con sus acólitos, con la misma autoridad que un padre arroja de casa a su hijo con sus compañeros de libertinaje?. Entonces, el padre verá qué hijo ha engendrado, acariciado y encumbrado, y a los que intenta arrojar son más fuertes que él y,que el hijo (tirano), sin dudas, se atreverá a emplear la violencia contra su padre (el pueblo), y hasta maltratarle si no cede (represión) ¿Quién puede dudarlo, si antes lo ha desarmado?
¿El tirano es, por consiguiente, un hijo desnaturalizado, un parricida? El pueblo, queriendo evitar el humo de la esclavitud, cae en el fuego del despotismo, y ve que la servidumbre más dura y más amarga sucede a una libertad excesiva, producto de una democracia desordenada, donde se abusa de autoridad y se usurpan los poderes.