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Hoy Maracaibo está de júbilo. Los zulianos celebran los 227 del nacimiento del ilustre héroe del estado, Rafael Urdaneta, su obra sigue vigente en todos los zulianos que se sienten orgullos de ser hijos de la misma tierra del insigne prócer que selló su lealtad a Simón Bolívar al pronunciar: “Si con dos hombres basta para liberar la patria, pronto estoy a acompañarlo a usted”.
Urdaneta es recordado por su integridad y su gran capacidad de entrega, la cual está detrás de la victoria de importantes batallas, como la Batalla de Carabobo. Fue amigo de Simón Bolívar desde la Batalla de Cúcuta y lo aconsejó sobre las intenciones de traición de Francisco de Paula Santander.
Su historia
Rafael Urdaneta nace el 24 de octubre de 1788 en Maracaibo, producto de la unión de Miguel Jerónimo Urdaneta y Doña María Alejandrina Farías. A los 22 años se une al movimiento revolucionario independentista en Santa Fe de Bogotá, Colombia, lugar donde luego sería ascendido a capitán por su destacada participación en la Batalla del Bajo Palacé.
Años más tarde se incorpora al conjunto de oficiales comandados bajo el entonces brigadier Simón Bolívar, que planeaban invadir Venezuela en la denominada Campaña Admirable, exitoso plan que junto con la primera Batalla de Carabobo, entre otras, permitió a Urdaneta el ascenso a general de división en enero de 1815.
En 1821 liberó a la provincia de Coro y continuó hasta San Carlos, donde Bolívar, ya compañero de lucha, preparaba una concentración de fuerzas para en Carabobo vencer al ejército realista y sacarlo definitivamente de Venezuela.El 31 de agosto de 1820 se casó con Dolores Vargas, una dama colombiana con la que tuvo 11 hijos -ocho hombres y tres mujeres-, todos personalidades destacadas como su progenitor.
Una muerte repentina
En 1845 fue enviado a París como ministro plenipotenciario y enviado extraordinario de Venezuela ante el gobierno de España para entregar las ratificaciones del Tratado de Reconocimiento, de Paz y Amistad, celebrado en Madrid el 30 de marzo de ese año y aprobado por las cámaras del Congreso de Venezuela.
Sin embargo, no pudo completar su misión porque durante el viaje enfermó y tuvo que ser sometido a un examen médico durante una escala en Londres. Los médicos recomendaron una intervención quirúrgica que Urdaneta aplazó para terminar su misión, pero a su llegada a París se agravó, y después de varios días en cama falleció.
En vista de su situación había pedido a uno de sus hijos que devolviera los viáticos por no haber cumplido su cometido, por esta razón se puede decir que su humildad la conservó hasta el último aliento: “No dejo en el mundo sino una viuda y once hijos en la mayor pobreza”.
Actualmente, el nombre del prócer zuliano se aprecia en municipios, calles, instituciones, reconocimientos y especialmente en nuestro imponente Puente General Rafael Urdaneta o Puente Sobre el Lago, haciendo que su historia y méritos siempre sean recordados con orgullo y admiración.