Niños, representantes y personal de la institución “navegan” en medio de las aguas. La falta de “atención” e “indolencia” hace que en el centro educativo vivan en carne propia los problemas. Baños sin funcionar y la suspensión del programa de alimentación escolar también los afecta
Los niños no paran de correr y hablar, pero detrás están sus representantes y maestras. La preocupación de estas con respecto a la situación que se vive en el preescolar Joaquín Piña, ubicado en la avenida 11 con calle 85 entre Veritas y la Falcón, es "grande". Todos lo que trabajan y estudian en el plantel observan cómo se inunda cada vez que llueve.
Jehissa Díaz, maestra en la sala de tres años, cuenta que aproximadamente a las 8.30 de la mañana inició el fuerte aguacero que ocasionó que las aguas se filtraran por el techo de su salón y se vieran obligados a evacuar a los niños que se encontraban comiendo. "Tengo más de 20 niños a mi cargo y la lluvia fue entrando poco a poco. Siempre pasa esto y el techo se puede caer en cualquier momento”.
Mientras la docente narraba los hechos, unos baldes dispuestos por toda la institución trataban de aguantar las goteras que caían sobre los pupitres, mesas y algunos muebles. Milagros García, otra de las empleadas, comentó que el olor a moho en varias de las áreas es impresionante y con frecuencia los niños se enferman de gripe y asma. “Las paredes se filtran. Sentimos mucha rabia, impotencia e indignación porque los alumnos no merecen esto”.
Jamás escampa
García suplicó a las autoridades que atiendan la situación y arreglen las instalaciones. "Estamos muy mal. No tenemos freezer para guardar los alimentos y por eso tenemos suspendido el programa de alimentación desde hace dos años. Necesitamos ayuda porque ni los niños ni nosotros podemos continuar así”.
Enojada y decepcionada, Ana Salas, una de las representantes que fue a buscar a su pequeña al ser alertada de la situación, señaló que cada vez que llueve es lo mismo y su bebé se ha enfermado. "Todo va de mal en peor. Estamos muy molestos porque son muchos los problemas. Aquí hicieron una supuesta remodelación, pero no se logró nada. Los aires se repararon gracias a la autogestión que realizamos. Sin embargo, los niños pasan un sinfín de necesidades".
El personal de la institución recalcó que los baños tampoco funcionan y deben utilizar baldes de agua; mientras que el parque destinado para el esparcimiento de los pequeños está a desnivel y no pueden usarlo. De las cuatro salitas con las que cuenta el plantel y la dirección, solo en una funciona el aire acondicionado. En las otras están dañados e incluso en una, sirve “a medias”.
Los presentes comentaron que las instalaciones fueron remodeladas hace cinco años y de allí en adelante quedaron peor. "Dijeron que impermeabilizarían todo y los niños podrían usar los baños, pero todo quedó en el olvido”, dijo una madre. Informaron que mientras que siga lloviendo, los estudiantes serán evacuados a otra sala y los representantes deberán correr a buscarlos a falta de una solución que le dé un parado al “diluvio” de problemas.
{youtube}https://youtu.be/NgMg-DswNa0{/youtube}