Fray
Hermanos del convento que lleva por nombre del santo patrono de los animales, veterinarios y ecologista, decidieron adoptar al cachorro que deambulaba por las calles del pueblo. Los monjes decidieron llamarlo Fray Bigotón al antes llamado Carmelo, vestirle con un traje marrón haciendo alusión a los usados por ellos.
Gracias a los padres tomó el hábito de la orden franciscana, revolucionando de este modo a las redes sociales.
Uno de los padres del monasterio, Jorge Fernández dijo: "Su vida se resume en jugar y correr. No tiene obligaciones de ningún tipo. Aquí, todos los hermanos lo queremos mucho. Ahora es una criatura de Dios".