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Las palabras degradantes de Nicolás Maduro contra Colombia no se detienen: “Se han convertido en una exportadora neta de pobres que huyen de los paramilitares, descuartizadores y delincuentes”, soltó esta semana el mandatario durante un encuentro con las mujeres revolucionarias en Caracas. “Los hermanos de Colombia nos traen todas sus necesidades a cuestas”, expresó días antes, afirmando que la migración de neogranadinos hacia Venezuela “estaba llegando a su límite, y que solo traían pobreza”.
Tamara Adrián, profesora universitaria y defensora de la comunidad LGBTI, asegura que el discurso del líder político de la denominada revolución bolivariana es “xenofóbico”, pues denigra a una persona en función de su nacionalidad, estableciendo un estereotipo general. A su juicio, esta estrategia política para promover el nacionalismo, “en un momento en el que el Gobierno nacional tiene una posición de estima muy baja en la población”, puede dejar “terribles” secuelas.
Everth Bustamante García, vicepresidente de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de Colombia, coincide con Adrián en que el discurso de Maduro tiene un “mensaje xenófobo”. “Es muy importante que el pueblo venezolano lo conozca porque se trata de un acto de agresión contra un pueblo hermano. Históricamente hemos mantenido una hospitalidad y una relación de hermandad con Venezuela. Incluso, durante los últimos años, cuando los venezolanos, por un motivo u otro, han dejado su país, los hemos acogido en Colombia, los hemos apoyado para que puedan desarrollar empresas, para que tengan oportunidades”.
El Presidente de la República ha respondido a los señalamientos en su contra diciendo en discursos televisivos que ama a Colombia. “No soy anticolombiano, soy antiparaco”. Pero para Tamara Adrián, “eso es como decir yo no soy racista porque tengo un amigo negro”.
Hostil
Algunos venezolanos que residen en Colombia han denunciado en las redes sociales que su estadía en el vecino país se ha hecho más cuesta arriba en la última semana, debido al mal trato que han recibido de parte de los colombianos. Esa puede ser apenas una de las consecuencias del discurso “agresivo” del presidente Maduro, según analiza Bustamante en comunicación telefónica con La Verdad. “Lamentablemente, cuando hay actitudes de esta naturaleza y cuando se siente en carne propia una agresión tan dura como la que ha tenido el mandatario venezolano contra muchos colombianos, porque han sido órdenes impartidas por el propio Maduro, ambos pueblos comienzan a sentir presiones”.
La xenofobia, al igual que el racismo, el sexismo, la homofobia, se aprenden en las casa, en los colegios, en las iglesias y en las calles. O por los menos así lo considera Adrián, quien afirma que nadie nace xenofóbico sino que se va aprendiendo. “Alguien que tiene una responsabilidad pública no puede tener nunca un discurso de este tipo”.
Bustamante explica que “en Colombia hay mucha indignación por ese trato dictatorial e inhumano de parte del Presidente de Venezuela. No se concibe esta actitud con el ideario bolivariano que él tanto proclama. Maduro está creando condiciones artificiales para una confrontación entre pueblos que son hermanos”.
Heridas profundas
Las cicatrices provocadas por el discurso del Ejecutivo nacional pueden demorar mucho tiempo en sanar. “(Adolf) Hitler lo hizo y no quiero comparar a Maduro con Hitler, sino que Hitler lo hizo y en el siglo XXI todavía hay secuelas de esas persecuciones a los judíos. La puerta de la xenofobia cuando se abre es muy difícil cerrar. Creo que la gente tiene que entender eso y saber que es un juego político del Gobierno”, advierte Adrián.
La historia tiene muchos ejemplos, coincide Bustamante. “Así empezó la Segunda Guerra Mundial, con esa xenofobia hacia los judíos que fue provocada por el régimen de Hitler”.
El senador asegura que recaerá sobre los hombros de Maduro la responsabilidad de lo que estos actos puedan provocar. “En Colombia siempre colocaremos una actitud de solidaridad y de respeto hacía el pueblo venezolano. Pero obviamente, puede haber tensiones sociales”.
¿Y a los ilegales?
Jacqueline Faria, dirigente del oficialismo, afirmó durante la marcha “patriótica” del pasado viernes que todas las personas que se encuentren en territorio venezolano de forma legal “se le garantizarán los derechos humanos”, dando a entender que a quienes estén sin papeles no se le respetarán.