Héctor
El Gobierno de Venezuela, representado por su caterva de cancerberos o Ministros, ahora, se ha dado a la tarea de calificar las acciones y sanciones de la Asamblea Nacional, como un show mediático. Entonces, las sanciones, incluso ilegales, como la destitución de María Corina Machado por asistir a un evento en la OEA para denunciar los abusos de la anterior Asamblea ¿no fue un show? Peor, fue un verdadero drama de este inmenso teatro perverso que los del Gobierno realizaron.
Esta campaña de desprestigio montada por estos acólitos pasteleros políticos, de la administración chavista del Gobierno y su tolda del PSUV, es una evidencia más del sistema nacista caracterizado por la constante impugnación de las calamidades y estado caótico que el Gobierno ha creado al oponente, con un solo propósito: someter al pueblo con terror, hambre y miseria, mantener la simpatía, -que de otro modo no obtendrían- y, retener el poder.
“Hay que hacer creer al pueblo que el hambre, la sed, la escasez y las enfermedades son culpa de nuestros opositores y hacer que nuestros simpatizantes se lo repitan en todo momento". (Joseph Goebbels, ministro de propaganda nazi).
Héctor Rodríguez, diputado oficialista de la Asamblea Nacional (AN), dijo que los ministros del área Económica no asistieron al Parlamento el 21-01-2016, porque no se iban a prestar para “un show mediático” que supuestamente montarían los diputados opositores.
No señor diputado, ese show lo montaron ustedes desde hace 16 años, con la anuencia de sus mentores y los chulos que les respaldan. Un circo a lo Nerón, ebrio de poder y maldad lo inició su Dionisio (Chávez), desempeñado e inspirado por la parábola nietzscheana del “eterno retorno” de Zaratustra y por sus huestes chavistas. Ustedes mediante la propaganda han sido su portavoz. Hablantes, ¿de qué tipo?, ¿unos oradores de masas o incluso tal vez predicadores? No. "portavoces" (Fürsprecher en alemán).
Quienes hablan delante llevan la voz cantante en favor de justificar la satrapía que todo este tiempo han desarrollado con su proyecto miserable. ¡Viva la Asamblea Nacional!