Elecciones parlamentarias y responsabilidad política

Son retos y responsabilidades que van con el calendario. Primero se gana, segundo se cobra y tercero, todo se hace en paz. Es sencillo, pero no fácil

Una gran responsabilidad política y enormes retos, tienen  las fuerzas democráticas de Venezuela el próximo 6-D: En primer lugar ganar la mayoría de los circuitos electorales del país, para la designación de los nuevos parlamentarios y en segundo lugar, hacer valer políticamente esa victoria, de manera que sea el inicio de un verdadero cambio institucional del país. Yo me atrevería agregar un tercer reto.  Promover que ese cambio institucional se haga en un clima de paz, negociación y diálogo democrático, evitando a toda costa, la violencia y la inestabilidad. 

Son retos y responsabilidades que van con el calendario. Primero se gana, segundo se cobra y tercero, todo se hace en paz. Es sencillo, pero no fácil. Se dice y se escribe con facilidad, pero se implementa en medio de enormes dificultades, como ha pasado con otras experiencias internacionales. 

Todos los estudios de opinión serios indican que se puede y se va a ganar en los circuitos electorales y en las elecciones nominales de lista por estado; de manera que la próxima Asamblea Nacional tenga una mayoría simple formada por las fuerzas opositoras al régimen. La oposición tiene, y ha demostrado una maquinaria electoral eficiente. Esperemos ahora funcione mucho mejor. Técnicamente, estamos preparados para el triunfo parlamentario.

Cobrar es mas difícil porque el deudor es tramposo. Es escurridizo. Manipulador. Es un pulpo con varias carteras y monedas falsas, con un récords de créditos impublicable. El régimen anticipadamente ha dicho que no va a soltar su revolución, su proyecto político totalitario. Y en esas condiciones, cuáles serían las acciones a tomar antes, durante y después del 6-D para hacer valer un resultado. Allí está la gran incógnita y desde donde deben estar trabajando las fuerzas del cambio. Afortunadamente, la comunidad internacional está pendiente de lo que pasa en Venezuela. Estrategia, estrategia y más estrategia es lo que se requiere en estos momentos en que es necesario hacer valer la construcción política de la unidad.  

Ya es tarea de hombres sabios y prudentes hacer todo en paz, habiendo superado los primeros dos retos. Respetar el adversario y reconocerlo como parte de la realidad nacional. En algún momento, ellos fueron una gran mayoría y posiblemente, nosotros contribuimos a que lo fueran. Hoy, la rueda está en sentido contrario, pero los componentes somos los mismos. Seguiremos abundando en la importancia del diálogo y la negociación para la convivencia pacífica y democrática. 

Philippe Petit fue un malabarista y mago francés que cruzó caminando sobre cuerdas de acero las torres gemelas de New York en los años 70, desde el piso 103.  Su sueño comenzó aun cuando las torres estaban en construcción y solo era conocido por un grupo muy reducido de personas que lo ayudó a concluir su sueño. Su proeza es recogida en varias películas y documentales, siendo la más reciente The Walk, hoy en cartelera del cine mundial. A nosotros nos tocará como el malabarista Petit  cruzar entre las torres del  totalitarismo y la democracia, sin morir en el intento. Yo creo que todos merecemos llegar de un extremo a otro.  

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