Los habitantes de los edificios residenciales pidieron a las autoridades ofrecer seguridad y alumbrado público a la avenida. Los vecinos lamentaron que los vehículo se accidentan en los baches de la carretera dañada
En la avenida 23 del sector Paraíso viven las consecuencias de un trabajo “inconcluso” de Hidrolago. Hace 20 días una cuadrilla destapó tres cloacas y sustituyó tres tuberías de drenaje. En el proceso rompieron la calle frente a los edificios Xenium y de Armonion I y II. Ahora hay accidentes viales.
Henli Gil, vecina de las residencias, indicó que los trabajadores prometieron regresar dos días después para iniciar el asfaltado. Aún esperan su retorno. Denunció que en conjunto reunieron el dinero para comprar los tubos y esperaron dos meses para recibir respuestas de las autoridades de la empresa estatal. Temen que se repita la historia.
Tulio Naranjo, vigilante del edificio Armonion II, relató que desde que terminaron la obra los carros empezaron a caer en los huecos uno tras otro. El ruido de las ruedas al impactar en los baches lo sobresaltaba cada noche. Las partes de algunos carros se desprendieron “para desgracia” de los dueños. Los incidentes fueron consecutivos por la falta de alumbrado público en la avenida.
Para evitar nuevos accidentes, los vecinos colocaron bolsas de basura y dejaron parte de un parachoques frente a los baches, como una señal de alerta para las personas que transitan por la zona. Como medida de contingencia aplicaron una mezcla se cemento para allanar los hundimientos.
Inseguridad
La avenida 23 es corta, se caracteriza por su pasaje curvo y la bordean edificios. En las noches los delincuentes aprovechan los puntos ciegos y oscuros para interceptar a los transeúntes o a los vehículos accidentados, según denunciaron los vecinos de las residencias a este rotativo.
Belida Romero, habitante del edificio Armonion I, alertó que en la zona se acumulan los incidentes y hasta a plena luz del día, los estudiantes, vigilantes o trabajadores son abordados para quitarles sus escasas pertenencias. “No hay vigilancia policial y los malandros hacen lo que quieren. A las 6.00 de la tarde tenemos que llegar a nuestras casas corriendo”.
Pidieron una pronta respuesta de la municipalidad y de los organismos del Estado para que asfalten el corredor, garanticen el alumbrado público y envíen vigilancia policial para hacer rondas regulares en la semana.