En la mayor miseria

En reciente sondeo realizado a más de 280 analistas y expertos en 16 países de América Latina, Venezuela resultó el país peor evaluado

Venezuela o cambia de rumbo o se convertirá en un país indigente, como no hay otro en el planeta. Es preocupante, que de acuerdo al informe anual de la agencia de noticias Bloomberg, Venezuela bordee los 160 puntos en el “índice de miseria”  proyectada para 2016, siendo esa cifra cuatro veces mayor que la del país que le sigue; Argentina con 39,9 puntos y 73 veces mayor que la de Tailandia, el país con menor índice de miseria para 2016. En la lista en orden de importancia siguen Sudáfrica, Grecia, Ucrania, España, Serbia, Turquía, Brasil y Kazajistán. En ese informe donde se analizan 63 países, se tomaron en cuenta dos variables: desempleo e inflación. 

El FMI estima la inflación venezolana en 720 por ciento para 2016, la mayor del mundo, y la verdadera cifra de desempleo oculta por el oficialismo en medio de un mercado cada vez más informalizado, seguirá subiendo cuando se estima un decrecimiento del PIB superior al 10 por ciento. En la lista de Bloomberg se destacan por su bajo índice de miseria Tailandia (2.2), Singapur (2.6), Suecia (3.2), Japón (4.0) y Taiwán (4.8). En América Latina podemos mencionar índices como los de México (7.4), Ecuador (9.3), Perú (9.8), Chile (10,7), Costa Rica (12,1), Colombia (14,4), Uruguay (16,5) o Brasil (16,8), que contrastan con la cifra venezolana. 

En reciente sondeo realizado a más de 280 analistas y expertos en 16 países de América Latina, Venezuela resultó el país peor evaluado. Chile y Uruguay son los mejor evaluados. Argentina y Cuba tienen expectativas  favorables para 2016. Pero, para el 96 por ciento de estos expertos, la situación de Venezuela es mala. En contraste con nuestro país hermano Colombia, que para el 79 por ciento de los consultados la situación es buena, así como para Chile en un 86 por ciento de los consultados. 

En cuanto al futuro, el 72 por ciento de los analistas considera que en 2016 la situación de Venezuela será peor y el 19 por ciento igual. Pero mientras nuestra economía se derrumba en medio de la mayor miseria, es posible que cuando usted lea este artículo, todavía no conozcamos en su totalidad, las medidas macroeconómicas que requerimos para enfrentar esta debacle que nos agobia, a pesar de la vigencia inconstitucional del decreto de emergencia económica negado por la Asamblea Nacional. Ojalá me equivoque.