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Hasta la fecha hay un total de 4.500 casos sospechosos de zika en el país, así lo informó ayer la ministra para la Salud Luisana Melo desde la parroquia El Valle, en Caracas.
La funcionaria agregó que su despacho impulsa una campaña preventiva para reducir y controlar los criaderos de mosquitos causantes de virus como el dengue, la chikunguya y el zika.
“Hasta ahora se han registrado alrededor de 4.500 casos sospechosos. De esos, para ayer -jueves- en la noche teníamos reportado 255 pacientes con Síndrome de Guillain-Barré y de ellos, 55 están en la unidad de terapia intensiva”, indicó.
Melo explicó que el zika es una enfermedad emergente y que sus manifestaciones iniciales son leves. “De cada cuatro casos, tres no consultan”.
En este sentido detalló que la enfermedad puede ocasionar complicaciones como el síndrome de Guillain Barré debido a que el virus tiene afinidad con el sistema neurológico.
Indicó que esta complicación puede ser tratada por plasmaféresis o por inmonoglobulina, “ambos de elección”, y que el Gobierno nacional “garantiza el tratamiento”.
"En los 46 hospitales donde tenemos la máquina que hace el procedimiento de aféresis se elige el tratamiento de plasmaféresis (...) y donde no tenemos esos equipos, el tratamiento es la inmonoglobulina", de manera que el ministerio mantiene una garantía controlada del tratamiento, aclaró este viernes, en el programa El Desayuno de Venezolana de Televisión.
Agregó que el Ministerio para la Salud diseñó y puso en circulación un protocolo de vigilancia epidemiológica para la enfermedad emergente (zika) y un protocolo del tratamiento para las complicaciones.
Refirió que en el país el Zika es una enfermedad de denuncia obligatoria por lo que la Sala Situacional.