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En los momentos más difíciles para un pueblo, no hay mejor solución que consultar a los ciudadanos el camino a recorrer, respetando principios republicanos y democráticos. Pero ya todos, dentro y fuera de Venezuela, sabemos que lo que buscan los dictadores es modificar la Constitución para gobernar en minoría.
Maduro y las instituciones que controla se niegan a consultar a la ciudadanía en procesos totalmente constitucionales. Impidieron el referéndum revocatorio presidencial y la elección de un nuevo presidente. Negaron las elecciones de gobernadores. Y al convocar esa Constituyente espuria, se saltaron la consulta al pueblo a ver si él convocaba y aprobaba las bases comiciales para la selección de los constituyentistas.
Como una demostración de que buscamos que el pueblo se pronuncie, desde la Unidad Democrática decidimos realizar, este domingo 16 de julio, una consulta popular para demostrar que queremos elecciones claras y transparentes para resolver esta gravísima situación.
La consulta popular está avalada por el artículo 70 de la CRBV como uno de los medios de participación y protagonismo del pueblo y su soberanía. Es un acto de desobediencia civil, de resistencia pacífica, establecido en los artículos 333 y 350, para demostrar dónde está la inmensa mayoría de este país.
La organización está en manos de los partidos políticos y sociedad civil, que han demostrado el interés de participar y el compromiso de llevar adelante una jornada seria y responsable que permita que nuestra verdad sea asumida dentro y fuera de Venezuela.
Pueden acudir a los puntos soberanos seleccionados, cédula o pasaporte en mano, todos los venezolanos mayores de 18 años. No exigimos la inscripción en el registro electoral, porque en este acto de desobediencia, reivindicamos a los electores jóvenes a quienes el CNE le negó la inscripción. La consulta será de 7 de la mañana a 4 de la tarde, a menos que haya electores en cola. Será manual, inclusive el escrutinio y la totalizacion será automatizada para tener el resultado el mismo día. Haremos tres preguntas, referidas al rechazo a la Constituyente, el papel de la Fuerza Armada y la posibilidad de renovación de los poderes públicos, así como la realización de elecciones y la conformación de un gobierno de unidad nacional.
En su obsesión por confrontar, el PSUV y su CNE han decidido realizar, ese mismo día, un simulacro de la farsa constituyente. Eso antes de amedrentarnos, servirá para que se vea el contraste evidente en la Venezuela de hoy: Una dictadura con muy escaso apoyo y una mayoría ciudadana exigiendo democracia y libertad.