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En la pensión Canaima del sector El Bajito, los vecinos hallaron el cadáver de Nelson Enrique Pirela Fuenmayor (66). Sus manos y pies estaban atados y su cuello era rodeado por una sábana que usó el homicida para acabar con la vida del anciano. Las autoridades buscan a un joven con quien el occiso tenía tratos.
La ruptura de la rutina diaria de Pirela accionó las alarmas de los habitantes de la avenida El Milagro con calle 92. Por eso de uno en uno se acercaba a la vivienda de estilo colonial, con 15 habitaciones, para saber sobre su suerte. Lo único que encontraban era silencio. “Él tenía casi una década encargado del mantenimiento de la pensión en la que también residía”.
Quienes lo conocieron explicaron que todas las mañanas, él preparaba café y compartía una taza con sus amigos. Durante el amanecer de ayer eso no pasó. Encontraron su cuerpo a las 6.00 de la mañana. Luego del hallazgo indicaron que cada noche ingresaban individuos a la casa que, supuestamente, entraban para consumir drogas o tener sexo. “Nelson siempre metía hombres ahí”.
En los últimos días lo vieron entrar con el mismo joven una y otra vez. El muchacho ingresaba a las 12.00 de la medianoche y salía a las 5.00 de la mañana. Después que él se iba, Pirela salía de la pensión. Esta vez al sospechoso lo vieron salir a las 3.00 de la madrugada. Un par de horas después todos los habitantes de la zona se fueron aglomerando en la ventana del cuarto del hombre.
Una comisión de la Guardia Nacional que pasaba por la referida dirección vio a la muchedumbre y se detuvo para ver qué pasaba. El asesino cerró la puerta de la habitación con llave y la lanzó a un lado. Los funcionarios abrieron y encontraron a Pirela. Estaba desnudo, acostado en su cama y sin ninguna de sus pertenencias.
Para el momento del crimen, cinco personas se encontraban en las habitaciones del lugar. Los detectives de la Policía científica los retuvieron en las recámaras para entrevistarlos, recabar detalles de lo ocurrido y obtener una descripción del asesino. Los propietarios de la residencia estaban en el sitio, pero evitaron dar declaraciones.
Pirela era soltero y no tenía hijos. Sus amigos lo describieron como una persona solitaria, sin embargo sus familiares se acercaron a Canaima, declarando que posiblemente se trató de un asalto y que lo mataron porque reconoció al malhechor.