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“Dar el primer paso” fue la propuesta que el papa Francisco le dejó a millones de colombianos que de manera emocionada lo acompañaron en su peregrinaje apostólico durante cuatro días por Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena, dirigiendo múltiples mensajes de esperanza a jóvenes y adultos; a Gobierno y oposición; a obispos y laicos; a los pobres y a los minusválidos.
En esta tercera visita de un pontífice a Colombia, el papa Francisco unió los dos mensajes anteriores para convertirse en un peregrino apostólico por la reconciliación y la paz reiterando en sus intervenciones cuatro ideas: Perdón, unidad, justicia y reivindicación de los marginados
“El Santo Padre viene a apoyar a los colombianos en la construcción de la paz”, señaló el Presidente Santos al recibirlo en el Palacio Nariño, destacando que su mensaje “nos ayudará a los colombianos a seguir uniéndonos en torno a un país más justo, más solidario, más equitativo y en paz”. El Papa al responderle, expresó su aprecio por los esfuerzos “para poner fin a la violencia armada” y para concluir expresó: “quise venir hasta aquí para decirles que no están solos, que somos muchos los que queremos acompañarlos en este paso; este viaje quiere ser un aliciente para ustedes, un aporte que en algo allane el camino hacia la reconciliación y la paz”.
Si bien se trató de una visita exclusiva, -es decir, solo visitó a Colombia-; Venezuela no estuvo ausente, en sus bendiciones y mensajes al pueblo venezolano al sobrevolar nuestro territorio. La reunión en Bogotá con nuestros cardenales Urosa Sabino y Baltazar Porras, acompañados por destacados obispos de la CEV; se unen a imágenes simbólicas como la fotografía que recorrió el mundo con la imagen del niño que le dio al Papa una bandera venezolana; o la música llanera que compartimos como las que recibió durante su visita a Villavicencio con el sabor del arpa, cuatro y maracas y con nuestras melodías comunes.
Esperemos que al igual que la visita del papa Polaco Juan Pablo II a Varsovia coadyuvó a cambiar la realidad de los países totalitarios de Europa Comunista; que este anunciado “Primer paso” del Papa latinoamericano, pueda abrir una nueva perspectiva para nuestro Continente: en paz, libertad, tolerancia, progreso, justicia social y bien común, que defienda los derechos de todo el hombre y todos los hombres, sin excepciones.