El viernes 23 de octubre, la llegada de camiones y equipos municipales para el asfaltado de la cancha, que tendrá grama artificial para las actividades deportivas, alborotó a dirigentes oficialistas que impidieron la obra enfrentándose con los habitantes
Qué hay detrás de la insistencia en la construcción de viviendas en el conjunto residencial de El Pinar. Qué contratista quiere hacerse con la edificación de la misión Vivienda en espacios que los vecinos de la urbanización se niegan y rechazan entregar. Porqué militantes del PSUV pretenden casas en contra de la voluntad de los habitantes que proyectan un complejo deportivo para los casi dos mil vecinos de los 94 edificios.
El viernes 23 de octubre, la llegada de camiones y equipos municipales para el asfaltado de la cancha, que tendrá grama artificial para las actividades deportivas, alborotó a dirigentes oficialistas que impidieron la obra enfrentándose con los habitantes. Andy Almarza, asesor legal de la comunidad y propietario, pidió al gobernador Francisco Arias Cárdenas intervenir para evitar la violencia que riegan los dirigentes políticos oficialistas. Hay mujeres agredidas físicamente, reprochó.
Recordó que “gente ajena a la urbanización” identificados de la Intendencia, PDVSA y de la Alcaldía de San Francisco vociferaban mensajes e impedían los trabajos en contra de lo que debe ser la función pública de un trabajador. Exhortó al mandatario regional indagar cuál es el interés de contradecir una obra cuando ni siquiera ha culminado la construcción de la plaza que prometió a las familias y el monte la cubre.
Los vecinos se preguntan porqué está abandonada la cinemática. Iván Basabe, propietario de un apartamento, acusó que solo funciona para hacer proselitismo político y no se proyectan filmaciones culturales zulianas. “Hablan del ‘Ché’, y Fidel Castro. No permiten que todos disfruten de la historia de un Luis Aparicio, Ricardo Aguirre, que sí son nuestros”.
Clexida Pérez, vecina, explicó que de edificarse más viviendas en una zona planificada para dos mil personas es “colapsar” los servicios públicos que ya tienen deficiencias y empeorarían por el aumento del consumo. El agua llega cada cinco días, “en algunos edificios cada seis días y es peor”. El suministro de gas” no existe, muchos han tenido que comprar bombonas”. La inestabilidad de la electricidad suma pérdidas en equipos “dañados y quemados” por los apagones.