La balacera ocurrió en una tasca del municipio Miranda. Hubo tres muertos y un herido. Unos 20 clientes presenciaron la matanza entre enemigos. La Policía maneja el móvil de la venganza
A los hermanos Jorge Luis Nava Hernández (32), con discapacidad auditiva, y Daniel Enrique Chacín Hernández (24), los asesinaron dos sicarios cuando compartían unos tragos dentro de una tasca del sector El Palo, Sabaneta de Palma, en el municipio Miranda. Las víctimas en un intento por defenderse dispararon en contra de sus homicidas y ultimaron a Reiner Reverol Vásquez (23). En la balacera hirieron al cliente, Rafael Moralejo Padilla (51).
La Policía informó que el crimen lo presenciaron 20 clientes. Los homicidas se estacionaron, entraron al establecimiento y buscaron a Daniel Hernández, quien presuntamente participó en un asesinato hace dos meses. Reverol se le acercó, lo tiroteó tres veces, dio la vuelta para huir, en ese momento el herido sacó su arma de fuego y lo mató de un balazo en la nuca.
Jorge Luis se acercó a su hermano, le quitó el arma, siguió hasta el frente del local al otro sicario y le disparó sin acertar en el blanco. Quienes esperaban al homicida en el estacionamiento mataron a Nava de un solo tiro. En el sitio se contabilizaron unos 30 proyectiles percutidos.
El cuerpo de Daniel quedó cerca de la barra y a un lado estaba su asesino. Jorge Luis quedó malherido en la puerta de entrada y algunos amigos lo trasladaron hasta el ambulatorio de la zona donde ingresó sin signos vitales. A Moralejo también lo auxiliaron y lo llevaron hasta el Hospital Hugo Parra León. Permanece bajo estricta vigilancia médica.
El móvil que manejan es la venganza. Los Hernández aseguraron que Daniel trabajaba como pescador y tenía un hijo; Jorge era vigilante de una playa de la zona y los dos ayudaban a su papá con el negocio de la familia. Vivían en el sector La Milagrosa, cerca del lugar. Alegaron desconocer las causas del suceso.
“No hemos recibido amenazas. Mis hermanos pasaron toda la noche juntos y desde temprano salieron a tomar. Escuchamos los disparos y cuando llegamos ya todo había pasado”, refirió una hermana de las víctimas.