Dave Schulte, un profesional del yoyo, se le contrajo el dedo índice de la mano derecha. Por ello, la sangre de su dedo no fluye hasta la punta a causa del impacto del yoyo al atajarlo durante 26 años. Su dedo se tornó morado y se puso frío
El profesional del yoyo, Dave Shulte tuvo un vasoespasmo con fuertes dolores en dedo, es decir sus vasos sanguíneos se contrajeron e impidieron la entrada del aire en la punta del dedo índice a causa del impacto del yoyo cada vez que lo atajaba con la mano. Shulte no entendía porque el dedo índice fue el afectado, pues para tomar el yoyo el usaba el dedo del medio.
El dedo de su mano derecha se torno morado y se puso frío por no tener suficiente sangre en esa extremidad, esto ocurre de la misma forma con la gangrena.
Después de 26 años en la práctica del yoyo se realizó un angiograma: “No tenía idea de lo que lo causó… pero había sido una semana muy fría y trabajaba todos los días en diferentes escuelas. Terminé teniendo que pasar 11 horas en el hospital y me pusieron un catéter en la pierna, lo pasé por mis arterias, luego por mi corazón y por mi hombro para inyectar un tinte en mis brazos. Era una cosa bastante increíble”, aseguró.
Shulte tomó medicamentos por un mes para que la sangre de su dedo comenzase a fluir y no tuviese que amputarse el dedo, pero este le causó efectos secundarios. No obstante, el problema prevalece, porque el profesional del yoyo no para de trabajar con su instrumento diariamente.
“El problema siempre está presente, pero no lo noto hasta los meses fríos del año. El flujo de sangre todavía está ligeramente restringido y el dedo se vuelve muy frío”, aseguró Shulte.