Intervención humanitaria

 

Ha llegado el tiempo de las definiciones, de llegar a lo esencial; a mi modo de ver, una indispensable unión por la libertad, desprendida, magnánima, sin intereses partidistas, sectoriales o personales. Que defina un proceso de transición

Basta de mentirnos, todos sabemos que estamos invadidos. Un batallón de cubanos castristas entró en Venezuela con la anuencia de Chávez, aprovechó el silencio cómplice y la traidora colaboración de muchos jerarcas militares.

Maduro el 5.a columna de Fidel, fue designado para continuar el desmantelamiento del sistema democrático y asegurar el control interno de los militares venezolanos, sometidos a un estricto sistema de espionaje, lavado de cerebro, represión y tortura, de lo que nadie habla. Las fuerzas extranjeras también operan en notarías, en las oficinas de Identificación y Extranjería y dentro del sistema de comunicaciones. Sectores claves para nuestra seguridad y defensa.

Otro batallón invasor es el islámico, lo dirige El Aissami con el apoyo de la coalición irano-siria; tan poderosa es la influencia iraní, que impuso a un representante del partido Baaz Arabe Socialista, como sucesor de Maduro en caso de destitución. La represión bárbara de los cuerpos de seguridad contra jóvenes y estudiantes portando escudos de cartón; el asesinato de disidentes, en vivo y en directo, utilizando armas de guerra contra un grupo opositor, que jamás había atentado contra la integridad física de nadie y que manifestó claramente su voluntad de entregarse.

Deténgase un momento a pensar si la sociedad civil, sometida a la inflación más grande del mundo, sin comida, con partidos políticos inhabilitados por un CNE agente del régimen, con una oposición secuestrada, chantajeada, golpeada, torturada, sometida al escarnio público, bajo amenaza de perder la vida, la libertad y la integridad física de sí mismo y la de sus seres queridos, tiene libertad de actuar.

Lo cierto es que ha llegado el tiempo de las definiciones, de llegar a lo esencial; a mi modo de ver, una indispensable unión por la libertad, desprendida, magnánima, sin intereses partidistas, sectoriales o personales. Que defina un proceso de transición, con los más capacitados y con un programa realista de reconstrucción.

Sea cual sea el camino que escoja esa nueva unidad, esta tiene que prever que se trata de un proceso que no depende de unas elecciones más, sino de la voluntad donde juntos, con objetivos claros, tracemos un plan que tenga como objetivo salir de Maduro y sus cómplices y presentarle a Venezuela un claro, sencillo y comprensible proyecto de país. La acción diplomática opositora, los organismos internacionales, los grupos de países democráticos, las ONG, serán determinantes ante una realidad, que ya no se puede ni ocultar ni ignorar.

 

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