La FAO y su mamadera de gallo

El doctor Da Silva, tiene estudios amplios a nivel universitario para ocupar ese cargo, pero, como decía nuestro Libertador: “El talento sin probidad, es un azote”

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), le otorgó a Venezuela un “reconocimiento especial al mérito de la Misión Alimentación por los logros alcanzados en materia de seguridad alimentaria y nutricional…”. A la vez su director general, José Graziano Da Silva, expresó su emoción por contar con Venezuela en la lucha por la erradicación del hambre. 

El acceso a la alimentación es muy débil o nulo, los pocos productos que se consiguen generan enfrentamientos violentos entre la población; esto deriva en situaciones deprimentes porque constituye en esencia una ruptura con un principio: el respeto a su “dignidad humana”. Al régimen poco le importa esta situación, se pelea con todos los sectores productivos y hace caso omiso a las recomendaciones que al respecto le señalan organismos técnicos, ONGs, universidades y academias científicas, para corregir el camino de la destrucción económica. El hambre que actualmente pasamos los venezolanos se radicaliza en su población infantil; la leche en ninguna de sus presentaciones se consigue, aumentan las angustias de sus padres y las consecuencias de eso, pudieran ser nefastas para la paz y la armonía social.

Ese reconocimiento es una burla a la inteligencia de los venezolanos; ha sido un evento diseñado por los comunistas aliados del régimen, ante su deterioro en el concierto internacional. El actual director general de la FAO, el doctor Da Silva, es dirigente del PT en Brasil, amigo y asesor permanente de Lula. Diseñó el programa “hambre cero” en su etapa inicial de implementación y luego ejerció el cargo de Ministro Extraordinario para la Seguridad Alimentaria. 

Ese reconocimiento no es gratuito, eso es ideológico y como pago por el apoyo irrestricto del régimen hacia Lula y Da Silva. De extraño no tiene nada, que se hayan utilizado recursos propios del Estado venezolano para lograr ese fin; de miembros del PT es esperado y del Psuv también. La corrupción del gobierno de Lula y Rousseff en instituciones públicas como Petrobrás, ha llevado a importantes funcionarios gubernamentales y dirigentes partidistas a las cárceles. El doctor Da Silva, tiene estudios amplios a nivel universitario para ocupar ese cargo, pero, como decía nuestro Libertador: “El talento sin probidad, es un azote”. Menos mal que los venezolanos lo han tomado como una verdadera “mamadera de gallo”; no engañan a nadie. 

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