La gota

Algo está andando. Ramos Allup ha dicho en los últimos días: la oposición estudia responsablemente la salida de Maduro constitucional y democráticamente

Estamos a una gota que derrame el vaso. Carlos Marx dice que “la gota que derrama el vaso es un acto o palabra que colma la paciencia”. Si Maduro expropia a las Empresas Polar y mete preso a Lorenzo Mendoza podría ser esa la gota que llene el vaso.

Algo está andando. Ramos Allup ha dicho en los últimos días: la oposición estudia responsablemente la salida de Maduro constitucional y democráticamente; y Maduro anda buscando que le den un golpe. Lo primero pasa por cuatro vías a saber: enmienda, referéndum revocatorio, Asamblea Constituyente y renuncia. Lo segundo es lo menos deseable: no queremos a un Maduro mártir. No obstante, en esas primeras cuatro opciones, no está otra que sería la menos traumática: descubrir definitivamente la nacionalidad colombiana de Nicolás Maduro.

Esta opción provocaría la destitución inmediata del mandatario usurpador por parte de la Asamblea Nacional. Su expulsión del palacio de Miraflores, no sería la única consecuencia. Una justicia objetiva e imparcial, debería enjuiciar a Tibisay Lucena, al general Barrientos, embajador de Venezuela en Canadá, Diosdado Cabello y la fiscal Luisa Ortega Díaz, funcionarios que por acción u omisión, fueron dándole largas a un asunto, que llegó a Colombia, incluso comprometiendo al propio presidente Santos, de quien se dijo conocía la veracidad del tema. Secreto a voces.

Maduro tiene el 80 % de rechazo de la opinión pública. El PSUV y los militares debaten aplicarle a Maduro lo de “la cabeza de turco”. Es preferible, dicen, echarle la culpa de todo al cucuteño y no que esto nos arrastre a todos.

Este asunto acabaría incluso con el aprecio que un sector del país guarda aún absurdamente por Hugo Chávez. No puede olvidarse que presintiendo su muerte, cuyas circunstancias tampoco están aclaradas, llegó a decir que en el caso de que falleciera “ustedes elijan a Maduro”. Los aduladores de Chávez y Maduro en sus países, a saber Castro, Morales, Correa, Ortega, Mujica, Cristina, Zelaya, Piedad Córdoba e incluso artistas de cine, políticos de menos calibre, periodistas, quedarían rayados más que por su ingenuidad, por vividores de todo pelambre.

Marzo y Julio son meses donde podría llegar la sangre al río. Marzo está consagrado en el antiguo calendario romano al dios de la guerra y julio es un mes que quema incluso al más valiente.  Maduro tiene los días contados.

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