jueves, diciembre 12, 2024
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La impunidad salpica a los Núñez Gil

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Hoy se cumple un año desde que Johan Jairo Romero colisionó por detrás el carro de una familia en la vía a Perijá. Explotó, se carbonizaron tres hermanitos y su prima embarazada. El Tribunal 12.° de Control dejó en libertad al conductor. Pese a que se presentaron testigos que lo vieron impactar contra el vehículo de las víctimas con intención. La familia dejó el caso en manos de Dios

Un accidente en la vía a Perijá desintegró a la familia Núñez Gil. Hoy, a un año de la colisión, la madre de Merly (14), Sebastián (4), Melanny (8) no reside en su casa ni en la región, tuvo que mudarse para mitigar el dolor y la depresión; el esposo de Kimberling Olano (22) cría solo a su hija, quien milagrosamente se salvó de carbonizarse en el vientre de su mamá. Todos sufren, ninguno quiere recordar, mientras el conductor responsable del accidente, Johannis Jairo Romero Villasmil (37), juega softbol y disfruta de su libertad con los suyos.

“De verdad no quiero decir ni una palabra sobre eso”, dijo Yorgene Portillo, padre de la bebé y otro sobreviviente del choque. Su rostro refleja el dolor. Se refugia en su pequeña Kimberling, a quien bautizaron como el nombre de su madre, para seguir adelante.

La hija de Kimberling y Yorgene se transformó en la esperanza y el único recuerdo grato del 29 de mayo de 2016. Con un cabello castaño oscuro y rulos en toda la cabeza, la niña caminaba frente a la casa de su papá en compañía de la abuela. Juguetea, sin saber que el responsable de la muerte de su madre y sus primos está libre.

El desastre

El siniestro ocurrió cerca de Villa Chinita, en la vía a Perijá, municipio San Francisco. Los hermanitos Merly Paola (14), Melanny (8), Sebastián David Núñez Gil (4), Kimberling Olano (22), con nueve meses de embarazo, y su esposo, Yorgene Portillo, viajaban desde Santa Rita para visitar al abuelo materno. 

Romero conducía una Ford Eco Sport, plateada, placa AF187YA, e impactó por detrás al Fiat Tucán, rojo, de Portillo. Por el golpe, Yorgene perdió el control del volante y chocó contra un poste de electricidad. Hubo dos explosiones y el carro se prendió. La pareja y Merly Paola escaparon de las llamas. Al ver que sus hermanitos estaban atrapados, la adolescente regresó para salvarlos. Ella y su hermano menor se carbonizaron.

A los heridos los trasladaron al Hospital Coromoto. Los doctores diagnosticaron a Melanny quemaduras en 90 por ciento del cuerpo, Portillo estaba estable en la UCI y su esposa tenía el 40 por ciento del cuerpo quemado, a esta última le practicaron la cesárea antes de tratarla por las quemaduras. Su hija sobrevivió.

Al día siguiente, el 30 de mayo, en el funeral se enteraron que la pequeña Melanny también había muerto. Mary Gil, madre de los niños, se quedó sin descendientes en cuestión de horas. El dolor se incrementó, a los 12 días, pereció Kimberling, para un total de cuatro víctimas por el accidente.

Sin explicación

Morly Uzcategui, representante legal de los Núñez por algunos días, explicó que no entiende cómo el responsable del choque está libre si se demostró con testigos que los colisionó con intensión.

El caso lo manejaba la Fiscalía 40.° con competencia en Tránsito Terrestre y la decisión final la tomaría el Tribunal 12.° de Control. 

El jurista recuerda que en un primer momento, el tribunal de guardia otorgó una medida sustitutiva de libertad contra el conductor de la camioneta. Hubo una apelación y se logró que cambiara el delito de homicidio culposo a intencional.

“Se presentaron testigos que argumentaron que el chofer de la Eco Sport se paró de lado del vehículo de las víctimas e insultó a la embarazada, ella se asustó y su esposo aceleró para alejarse. El otro lo siguió y lo chocó por detrás para obligarlo a detenerse”.

Johannis Jairo Romero permaneció unos días en los calabozos de la Policía Nacional Bolivariana. En un momento inesperado lo dejaron libre. La familia al enterarse, por sus creencias religiosas, encomendó la justicia a Dios.

Para el abogado Fernando León la libertad en el caso es irregular, resalta los agravantes, como huir de la escena y no prestar el auxilio a los heridos, adicional, el conducir bajo los efectos del alcohol. Agrega que se debe conocer lo que reseñaron en las actas y el motivo que permitió la libertad al sospechoso.

 

 

 

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