La lealtad porta carnet en tiempos de vacas flacas

Mu00e1s de ocho millones de venezolanos ya cuentan con el Carnet de la Patria. (Foto: AVN)

Prolongar inscripción de la data oficial está sujeta al reforzar clientelismo. Socióloga advierte que los controles populistas se ponen a prueba en tiempo difíciles con resultados inesperados sino se construyó desde la responsabilidad 

Los “petrodólares” escasean y el Gobierno apura políticas para obtener divisas. Tiene que responder a la promesa de ayuda ofrecida a más de “ocho millones 424 mil 530 venezolanos”, inscritos hasta marzo en la data del Carnet de la Patria, según el presidente Nicolás Maduro. 

La meta son 13 millones de inscritos en un período prolongado no precisado por el Gobierno. El objetivo representa 43 por ciento de la población en diferentes niveles y estratos socioeconómicos. Es casi la mitad de la última estimación poblacional, 30 millones, proyectada por el INE en 2016.

Con la nueva iniciativa, el presidente Maduro aseguró que el registro “va a ser el inicio de un nuevo poder popular para ir a la conquista de grandes victorias sociales, económicas y políticas. Todo el mundo tiene que sacarse el Carnet de la Patria porque esto nos va a permitir saber, mujer, joven, hombre, trabajador, nos va a permitir saber quién está beneficiado de qué misión, quién no está beneficiado”, afirmó.

El ingreso petrolero retrocedió y el precio del barril flota en los 45 dólares, por debajo de la expectativa positiva de 60 dólares, con lo que las ganancias en divisas se esfumaron de las arcas nacionales y cimienta obstáculos para continuar en “dádivas” a la población. La restricción ya limita la capacidad de maniobra oficial.

Blanca Luna Méndez, analista de gestión de políticas públicas y socióloga, explicó que existe un entramado complejo entre lo económico, político y las necesidades insatisfechas de la población. Hay un reforzamiento de “clientelismo político y el control”, con resultados inmediatos ante el llamado a elecciones nacionales.

Advierte que el proceso de carnetización pondrá a prueba la lealtad. De lo que considera importante reflexionar: “La lealtad se construyó a partir de dádivas económicas directas o producto directo”, y que al no tener el beneficio prometido “las lealtades van a irse desmoronando”.

Reforzar la manera de “captar adeptos” con una nueva promesa resulta de una estratégica política común de “gobiernos populistas”. El Carnet de la Patria es una alternativa de “oxígeno”, de exhibir a lo interno medidas para satisfacer necesidades, dentro de un contexto de “desprestigio que se potencia sobre la figura del Presidente y su gobierno”. Y del tiempo de “las vacas flacas”, a lo que la población no se preparó.

La socióloga alerta de riesgo de tener una sociedad carente de reflexión, de participación en el proceso de construcción. Se vio a la “dádiva” como la única forma de atención, sin fortalecer al “colectivo responsable de su propia autogestión”.

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