Ángel Arias participó en el asesinato de Édgar Valero (43), jefe de la Coordinación San Francisco Oeste de la Policía regional, en El Manzanillo. Luego del crimen lo ultimaron a él. La búsqueda de los homicidas del comisario se extendió del municipio San Francisco hasta Maracaibo. Abandonaron el cadáver de su compinche y huyeron. Se desconoce el paradero
Los sicarios decidieron eliminar los cabos sueltos y antes de perderse mataron a Ángel Gregorio Arias Arias (19), a quien contrataron para participar en el asesinato de Édgar Alexánder Valero Ojeda (43), comerciante y jefe de la Coordinación San Francisco Oeste de la Policía regional, en el sector El Manzanillo de San Francisco.
Al comisario lo acribillaron, el pasado jueves a las 9.00 de la noche, de 10 balazos mientras manipulaba su celular dentro de su Chevrolet Aveo, plateado, placa AC112FV, frente a un centro comercial, en la calle 12 con avenida 25B de la parroquia Francisco Ochoa. La víctima no pudo repeler el ataque de los delincuentes, “estaba distraída con su teléfono”, comentó un policía.
Según los testigos, dos sicarios se acercaron a la ventanilla y lo acribillaron. Al certificar el deceso, los desconocidos corrieron hasta un Ford Fusión azul, placa VDC63D, donde los esperaba Arias.
En minutos las comisiones de la Policía regional, Polisur y la Policía científica llegaron al sector. Rastrearon el vehículo de los sospechosos y coordinaron el traslado del comisionado en una ambulancia hasta la Policlínica San Francisco. Los médicos de guardia certificaron el deceso.
La búsqueda del Fusion terminó en el barrio Los Postes Negros, parroquia Cacique Mara de Maracaibo. En el asiento del piloto encontraron el cadáver de Arias. En un primer momento, los detectives presumieron que el comisario había herido al chofer en la balacera. Tras las experticias su hipótesis cambió. Presumen que sus cómplices le ordenaron estacionarse en la vía, le dispararon, se bajaron del carro y huyeron.
Las investigaciones aún no concluyen. Tanto el carro del policía como el de los homicidas los remolcaron hasta la sede de la Policía científica en Altos del Sol Amada. El Aveo presenta dos orificios en el vidrio delantero, la ventana del copiloto quedó destrozada, aún se observa la sangre en el asiento, la puerta, la palanca y el volante. El Ford Fusión tiene un impacto de bala en la ventana del copiloto. El proyectil rompió el vidrio luego de herir a Arias.
diciembre 7, 2024
