La solidaridad debe necesariamente, ser ejercida con reciprocidad entre quienes dirigen un proyecto y quienes lo construyen, de modo que no hay alternativa unipolar; máxime en situaciones donde es relevante la intervención mancomunada de quienes comulgan en función de un solo objeto, como por ejemplo sobrevivir a las catástrofes o mantener en óptima forma las condiciones ecológicas de una región, país, o conglomerado
Además de un valor es una sana política. Etimología: del latín “solidus” (sólido, firme, compacto) sólido, bien constituido, difícil de desintegrar, estructura atómica de alta coherencia. Se puede calificar con escala de dureza ej. Escala de Mohs.
En términos humanitarios se entiende como ser solidario, la capacidad que representa un acto que comulga óptimamente con la cooperación la concordia y la convivencia social comprende el más sublime del desenvolvimiento humano. Este mismo acto se identifica plenamente con la más bella de las actividades humanitarias, la filantropía. Su ámbito de desenvolvimiento constituye un volumen de satisfacción donde se ejerce.
Este ejercicio es un patrón genuino de todas las especies y se identifica por el máximo grado de bienestar que genera, derivado de las funciones mancomunadas que realizan los individuos donde se ejerce dicho acto. Solidaridad. Donde no haya solidaridad no cristaliza ningún proyecto en que se aspire un beneficio público o colectivo.
No obstante, la solidaridad debe necesariamente, ser ejercida con reciprocidad entre quienes dirigen un proyecto y quienes lo construyen, de modo que no hay alternativa unipolar; máxime en situaciones donde es relevante la intervención mancomunada de quienes comulgan en función de un solo objeto, como por ejemplo sobrevivir a las catástrofes o mantener en óptima forma las condiciones ecológicas de una región, país, o conglomerado, habitado por otras especies, (salvaje) o humano, (ciudadano).
En el mismo sentido, se es solidario, o un pueblo es solidario, cuando se toma en consideración la incapacidad de parte de su población para sufragar necesidades elementales, como: alimentación, educación, salud. En estos casos el orden público tiene relevancia importante, sin embargo, la otra parte solvente de la ciudadanía, debe, como acto solidario, coadyuvar para identificar o cooperar con los entes públicos (fundaciones o altruismos) para resolver dichas dificultades. Quiere decir, cooperación, concordancia y convivencia.
El manejo de estos valores en ayuda de la parte insolvente de la población es filantropía, la mejor forma de ejercer esta actividad en función del valor de la solidaridad es la educación y con ella el sano ejercicio del orden público. O sea una sana política.