Este 6-D los venezolanos derrotamos el miedo, el chantaje y la violencia institucionalizada. Mostramos la voluntad de cambio
Venezuela, como dijo el poeta Rafael Cadenas, es un país enfermo. Cuando escribo esta nota aún no se han celebrado las elecciones parlamentarias, pero estoy segura que el generoso pueblo venezolano votó por las fuerzas del cambio para emprender el camino de la esperanza y la confianza en sus potencialidades, consciente de que la situación del país es crítica pero no imposible de superar. Este 6 de diciembre los venezolanos derrotamos el miedo, el chantaje y la violencia institucionalizada. Mostramos la voluntad de cambio y rechazamos la práctica de compra de conciencias, pues actuamos de acuerdo con valores y principios.
Votamos por una Venezuela de puertas abiertas al mundo, sin miedo ni gríngolas, la que actúa de acuerdo con intereses nacionales no una componenda política “para dominar el mundo” y en conflicto permanente con los países que considera sus enemigos. La Venezuela de desarrollo y progreso, ajena a la de la propaganda y vallas, de planes faraónicos jamás cumplidos y reciclados con cada nuevo proceso eleccionario; el país de los derechos humanos, la libertad y la democracia.
Es importante destacar que para lograr ese objetivo de cambio debemos también cambiar nosotros como ciudadanos, en el sentido preciso del término. Ser fieles cumplidores de nuestros deberes y comprometidos en la búsqueda de solución a los problemas que nos aquejan desde el seno mismo de nuestras comunidades, no esperar que nos den respuestas en un caja de regalos como maná caído del cielo. Ser exigentes con el Gobierno en sus diferentes niveles de gestión y reclamar la rendición de cuentas para que poco a poco se instaure la transparencia. Hoy comienza esa nueva etapa en nuestra vida republicana, no aminoremos la marcha, dado el primer paso, quizá el más importante porque nos zafamos del atavismo dominante.
En este nuevo tiempo, la universidad autónoma, aunque continúe acosada por el Gobierno, tiene mucho que decir y por ello debe acompañar el proceso de cambio, poniendo a disposición su personal académico y profesional especializado en las diferentes aéreas del conocimiento, para que con su bagaje de conocimiento y experiencia en la investigación asesore de manera adecuada a la nueva Asamblea Nacional y a los diputados que asuman en enero, en sus áreas de competencia. Desde esta tribuna hago votos por la reconciliación nacional, la paz y el entendimiento.
diciembre 5, 2024
