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El sol empezaba a hacer estragos sobre el cadáver moreno. El rostro y su abdomen presentaban quemaduras. Daban rastros de que la víctima tenía al menos 12 horas recostado sobre el monte, en una zona desolada del barrio Los Pescadores, parroquia Coquivacoa del municipio Maracaibo, sometido a la inclemencia del medioambiente.
No hay una hora exacta del homicidio. Pero la Policía científica arribó ayer, a las 10.00 de la mañana, al deshuesadero de carros.
La víctima, aún por identificar, era de contextura delgada, piel morena y aproximadamente 1,70 de estatura. Tenía su pie derecho fracturado y una herida de bala en la frente, cuyo orificio le salía por un ojo. Vestía una franela celeste, un pantalón gris oscuro, unas gomas blancas con cordones azules y correa marrón.
La Policía científica acudió a la escena del crimen para proceder a levantar el cuerpo. Un oficial informó que al hombre, presuntamente, lo mataron de pie y se desplomó al suelo en el acto. La sangre solo manchó su rostro y la parte superior de su suéter.
Un residente se topó con el cadáver cuando se disponía a desechar una bolsa de basura en la trilla donde se encontraba. Se sorprendió al ver el cuerpo, totalmente golpeado y maniatado, al lado de unos escombros debajo de un árbol. Y pidió ayuda.
Los sabuesos le preguntaron si lo reconocía y este les comentó que el hombre no era oriundo de la zona.
Se conoció que el lugar donde estaba la escena del crimen es un picadero de carros. El cuerpo detectivesco no descarta un posible homicidio por venganza.
El cuerpo lo trasladaron a la morgue forense. Permancerá ahí unos días, si sus familiares no lo retiran lo sepultarán en una fosa común en un cementerio municipal.
A la barriada acudieron oficiales y periodistas.
A la víctima le amarraron las manos a la espalda y le dispararon.