domingo, diciembre 15, 2024
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Las Águilas tienen poco tiempo para recomponer su estructura

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El margen de error de las Águilas es casi nulo en los 19 juegos que le restan, tomando en cuenta que se encuentran a cinco juegos de diferencia de los puestos que podrían asegurar el cupo a la ronda de playoffs

Las Águilas del Zulia arrancaron la temporada presumiendo que es el único equipo del béisbol profesional venezolano que ha estado presente de manera continua en las últimas siete postemporadas, objetivo que lograron bajo una constante: un rendimiento notable en los dos primeros meses del campeonato basado en el aporte continuo de sus figuras criollas, factor que sirvió de remanente para asumir el resto del calendario.

En esta campaña una serie de circunstancias han adelantado la agonía zuliana, al punto de que aún no disputan el primer juego en diciembre y son escasas las posibilidades de darle continuidad a la seguidilla a apariciones en la postemporada.

El margen de error de las Águilas es casi nulo en los 19 juegos que le restan en este campeonato, tomando en cuenta que se encuentran a cinco juegos de diferencia de los puestos que podrían asegurar el cupo a la ronda de playoffs. 

Pero no solo las matemáticas juegan en contra. Son pocos los argumentos ofensivos que las Águilas han mostrado durante esta zafra para ser considerados candidatos serios al campeonato; más allá de eso el cuerpo monticular se ha mostrado intermitente a lo largo del calendario, en gran parte, debido a la vulnerabilidad defensiva.

Reacción en cadena

El problema del Zulia inicia desde la estructura de su roster. Las ausencias de Freddy Galvis, Énder Inciarte y Sandy León, cambiado a los Tigres, han sido irreparables desde el punto de vista defensivo. Ni Darryl Kennedy y ni mucho menos, Chris Tremie, lograron establecer una línea central sólida en sus equipos.

Las Águilas son el equipo que más errores (56) han cometido en lo que va de campaña, un factor que se acentúa entre el campocorto, la segunda base, la receptoría y el centerfield que colectivamente acumulan 36 pifias en el terreno.

La lesión de Alí Castillo jugó en contra de las posibilidades que tenían los zulianos de darle estabilidad al shortstop, ni Erick Salcedo, ni Franklin Barreto y ni Rainer Olmedo pudieron darle solvencia a la posición.

Más allá de la evolución del talento de Barreto como jugador, su juventud le jugó en contra en su primera experiencia de la liga, más aún cuando fue parte del eje del club en su rol como torpedero.

La apuesta por Mike Jacobs y René Reyes en la ofensiva fue efímera. Ambos zurdos no se adaptaron a las condiciones idóneas que se necesitan para ser productivos en un parque con las características del Luis Aparicio “El Grande”.

La dupla de toleteros apenas se pudo combinar para dos vuelacercas y 31 producidas en 269 turnos al bate. La salud de las rodillas de Reyes jugó en contra de sus capacidades para defender la pradera derecha en el parque marabino, mientras que Jacobs prácticamente fue nulo con corredores en posición anotadora, con un pobre promedio de .186.

La falta de profundidad en el roster deja expuestos a Álex Romero y José Pirela como los únicos con las condiciones de cargar con la ofensiva aguilucha, una tarea titánica, tomando en cuenta los cambios constantes del lineup.

“Tenemos que dejar atrás lo que pasó, enfocarnos todos y empujar hacia el mismo lado, para que en estos juegos que nos faltan logremos asegurar la clasificación para jugar en enero”, comentó Romero. “Tenemos que mejorar un par de cosas, entre ellas hacer las jugadas de rutina y estar más metidos todos en la situación de juego, sin importar si estamos en el terreno o el dugout”.

La llegada de Mark Minicozzi, Tyler Austin y Levi Michael, son la última carta que se juegan en la gerencia rapaz para tratar de darle un revulsivo a la toletería, que hasta ahora produce 3.8 carreras por juego.

Deben mejorar

La rotación también acarreó con parte de la responsabilidad. El cuerpo de abridores de las Águilas tiene marca de 4-20, con efectividad 4.09 y un promedio de 4.1 innings por apertura. Hay que tomar en cuenta que a los lanzadores estelares de las Águilas le han anotado 18 carreras sucias, la cifra más alta en la LVBP.

Stephen Fife, Miguel González y Eric Marzec dejaron marca de 1-11 en 20 salidas, con un porcentaje de carreras limpias de 4.10. 

Wilfredo Boscán, Álex Torres y Yéiper Castillo, siguen tratando de encontrar la consistencia que requiere este club para ser competitivo. Los tres brazos criollos no han contado con suerte, colectivamente tienen una foja de 1-5 (3.06) en 11 inicios.

El trío tiene la responsabilidad comandar la remontada, basados en la categoría de sus condiciones sobre la lomita.

La adición del serpentinero dominicano Julio De Paula y el regreso de Zach Jackson, son otras alternativas con las que cuenta el Zulia para darle profundidad a su staff en la recta final de la campaña.

 

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