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Una puñalada en el corazón terminó con la vida de José Ángel Lugo Vargas (17), estudiante de Derecho, durante un robo en el Terminal de Pasajeros de Maracaibo.
El muchacho visitaba desde hace 15 días a su abuela y a unos amigos, en Valencia. Regresó ayer, en la madrugada, a la ciudad en un bus de la línea Valencia-Maracaibo. A través de un mensaje de texto le avisó a su madre. Cuando se disponía a buscar un taxi, unos desconocidos lo sometieron con un cuchillo.
Los testigos le comentaron a la Policía que, presuntamente, Lugo se negó a entregar sus pertenencias y se midió a golpes con sus verdugos. En medio de la pelea, los vándalos tomaron ventaja y lo arrojaron al suelo, lo golpearon y le atravesaron un cuchillo en el corazón y huyeron a pie con el bolso, las gomas y el teléfono celular de su víctima.
Unos transeúntes auxiliaron al estudiante y lo trasladaron hasta el Hospital Chiquinquirá. Al llegar allí, en su agonía, José Ángel le dio el número telefónico de su madre a una enfermera. La trabajadora le avisó a las 6.00 de la mañana.
La mujer, quien lo esperaba en su casa en el sector El Perú, en San Francisco, se trasladó a la emergencia con unos familiares, pero su hijo ya estaba muerto, explicó Angeline Esis, una tía de la víctima.
La Policía científica acudió hasta el lugar para reconstruir los hechos y trasladaron el cuerpo hasta la morgue forense. Los buhoneros que trabajan en los alrededores del terminal denunciaron que tanto ellos como los transeúntes son víctimas del hampa todos los días.