La Policía científica investiga el crimen. Al pregonero al parecer también lo violaron, pues los pantalones los tenía a media pierna, sin embargo se esperan los resultados de la necropsia
Cabimas. Los gritos de una niña alertaron a los familiares y vecinos. La pequeña se sorprendió al ver el bolso de su tío José Luis Cordero (49) tirado en la calle y miró a su alrededor, vio un cuerpo boca abajo y se acercó poco a poco para ver quién era. Cuando lo observó a escasos centímetros corroboró que el muerto era su tío y corrió hasta el hogar para avisar sobre lo ocurrido. Al pregonero al parecer lo lincharon.
La víctima, según familiares, acostumbraba a salir de la casa a las 3.00 de la mañana caminando a retirar sus periódicos. Luego se embarcaba en un carrito por puesto para llegar hasta la esquina de la carretera H, con avenida Intercomunal, donde los vendía. Así fueron los últimos 20 años de su vida.
El cadáver yacía en un terreno baldío ubicado al lado de una vivienda en construcción, en el sector H-5, al sur de Cabimas. Muy cerca de la calle El Mercadito donde residía.
Al pregonero le desfiguraron el rostro, presuntamente con unos bloques que hallaron cerca llenos de sangre, y los pantalones que vestía los tenía a media pierna, por lo que se sospecha que también lo violaron. Se esperan los resultados de la autopsia para determinarlo.
Trascendió que el o los culpables despojaron al occiso de su billetera y el dinero que poseía. Los funcionarios de la Policía Científica levantaron el cuerpo e iniciaron las investigaciones.
Una hermana dijo que José Luis era un hombre sano y muy trabajador. Con los ingresos que generaba la venta de los periódicos ayudaba con los gastos del hogar que compartía con su mamá. No dejó hijos en la orfandad. Era soltero.
Los vecinos denunciaron inseguridad en la zona. Mostraron impotencia al conocer la vil muerte de Cordero. “Era un hombre bueno que no merecía morir así”, dijo una mujer del sector.