Leonela recibe apoyo de una mano amiga 

Foto: Archivo

Leonela está desnutrida. Tiene cuatro años, pero parece como de dos. Casi no tiene cabello, con una hemoglobina a seis, no tiene fuerzas ni para caminar. Su mamá la abandonó y por eso vive con su tía. Cuando mucho comen yuca o arroz de piquito acompañado con pellejo de carne de res

La exposición del caso severo de desnutrición de la pequeña Leonela no quedó infructuosa. Tras la publicación del Diario La Verdad sobre la condición de la chiquita como reflejo de la “emergencia humanitaria” en el Zulia, la niña recibió una mano amiga de Manuel Rosales, candidato a la Gobernación del Zulia.

“Reiteramos que no estamos acá buscando votos. Es algo que no podemos pasar por alto y por eso Rosales nos envió a hacer una evaluación de la niña y de su entorno. 

Como médico me ha tocado ver que, por lo general, cuando los niños con desnutrición llegan a los hospitales ya es demasiado tarde. Casos como estos entran en el plan de emergencia que se aplicará al llegar a la gobernación”, dijo Álvaro Pérez, miembro del equipo del candidato opositor, durante una visita a la casa de Leonela, situada en el barrio San Antonio de Los Caños de la parroquia Idelfonso Vásquez en Maracaibo.

Fue una oportunidad para regalar sonrisas. Así se evidenció en los rostros de Leonela, de sus dos hermanitos y de sus cinco primitos, el mayor de ellos, un infante de once años con discapacidad motora. Entre juegos y meriendas compartieron con los miembros del equipo social, no solo de Rosales, sino de Nora Bracho, diputada de la Asamblea Nacional (AN).

“Acá le traemos las bolsas con comida, alimento especial para Leonela que es quien presenta el cuadro de desnutrición más severo y 200 mil bolívares en efectivo, pero sabemos que esto solo son paños de agua fría, es necesario aplicar un plan integral con un comedor y casas de salud en la comunidad, que son parte de las estrategias que Rosales quiere implementar al llegar al Ejecutivo regional”, expresó Pérez.

María Elena López, tía de la niña y madre de sus cinco primitos, agradeció el apoyo. Por momentos, retenía las ganas de llorar. Como madre soltera se las tiene que ingeniar para mantener a los ochos chiquitos, con quienes vive en un ranchito sin piso donde cuenta con ocho chinchorros para dormir en medio del inmenso calor.

Leonela está desnutrida. Tiene cuatro años, pero parece como de dos. Casi no tiene cabello, con una hemoglobina a seis, no tiene fuerzas ni para caminar. Su mamá la abandonó y por eso vive con su tía. Cuando mucho comen yuca o arroz de piquito acompañado con pellejo de carne de res. Solo una atención integral podrá mejorar su estado, el de su familia y el de los muchos otros niños con desnutrición en la entidad zuliana, una región que según la ONG Cáritas Venezuela, tiene 15 por ciento de desnutrición, lo que califica en los parámetros internacionales de una “emergencia humanitaria”.

 

 

 

 

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