El
Williker Jesús González Martínez, de 23 años, estaba con unos amigos bebiendo en la parte trasera de su casa, número 102-03 del barrio Guaicaipuro, cuando un hombre entró sin mucha dificultad, según testigos, desenfundó el arma de fuego y disparó más de cinco veces en su contra, ayer a las 2.00 de la tarde.
El sicario tras ver caer a su víctima en el suelo se dio la vuelta y huyó corriendo. Los amigos que acompañaban a González al escuchar las primeras detonaciones se refugiaron detrás de sillas y debajo de mesas. Al ver que el delincuente se había marchado se acercaron al joven, pero ya no había nada que hacer. Los tiros que recibió fueron fulminantes y murió en el sitio.
La calle 66 de la parroquia Venancio Pulgar se llenó de curiosos. Todos querían ver cómo los detectives de la Policía científica realizaban las experticias del sitio, colectaban los casquillos percutidos y levantaban el cadáver del piso.
Para los González, que a Williker lo mataran de esta manera es una sorpresa, pues para ellos su pariente no tenía deudas ni problemas con nadie, sin embargo las autoridades indicaron que el móvil del crimen aparentemente es la venganza.