La unidad opositora no es una quimera vacilante; es un cronómetro que señala a cada instante el tiempo que le queda al régimen comunista en el poder
El ciudadano común se pregunta a cada instante ¿por qué la oposición para enfrentar al régimen no va en una unidad total? La pluralidad política de las fuerzas opositoras debe constituirse en fortalezas y oportunidades que les permita orientar las políticas y estrategias para llegar a derrotar en la vía electoral al régimen comunista que hoy están en el poder. La prioridad de las fuerzas opositoras es deslastrarse de intereses subalternos. La mayoría de los partidos opositores que conforman la MUD han entendido que la unidad concebida por parámetros democráticos y consensuados es la vía expedita para salir de los “malapatas comunistas”.
Sin embargo, existen partidos que se hacen llamar “opositores”, que no están de acuerdo con la MUD y han presentado candidaturas a nivel nacional y regional a la Asamblea Nacional que le hacen el juego al PSUV y al régimen; ninguna obedece a un carácter programático e ideológico; obedecen a intereses crematísticos o clientelares. ¿Quién va a financiar a esos micro partidos en la campaña? El único interesado en hacerlo es el PSUV y los comunistas, para tratar de tergiversar la realidad política opositora y hacer ver al ciudadano que la oposición está dividida y sin argumentos que proponerle a la sociedad. Lo más triste, es que detrás de toda esta estratagema comunista están dirigentes que eran (¿?) paladines de los principios democráticos que hoy no tienen ascendencia en ninguna parte, pero que están necesitados de unos “cobritos”.
Hay diferentes visiones para interpretar la realidad política, pero la MUD está clara; definió con inteligencia la ruptura que en el pasado existió con testarudez en los grupos opositores para convencer a nuestro pueblo de ser la esperanza de cambio tan deseado.
La MUD construye una opción política, convincente, programática, que es determinante en el soberano para creer en el chance de los sectores de oposición. La unidad opositora no es una quimera vacilante; es un cronómetro que señala a cada instante el tiempo que le queda al régimen comunista en el poder; si no hacemos andar pronto el “cronómetro unitario” estaremos destruidos y sin esperanza. El pueblo opositor, que hoy ronda el 80 por ciento, no va a perder su voto; la “calidad de ese voto” y el “principio de la primacía de la realidad” está en apoyar a la MUD donde está agrupada la fuerza opositora, casi en un 100 por ciento.
diciembre 7, 2024
