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Hoy se celebra el Día de la Juventud, en honor a todos los jóvenes que acompañaron a José Félix Ribas y Vicente Crespo, durante la batalla de La Victoria el 12 de febrero de 1814. Batalla que formó parte de la guerra de la independencia venezolana. Hoy la historia sigue vigente, pues los muchachos continúan batallando a diario para subsistir ante la crisis que enfrenta la nación entera. Uno de los escenarios actuales es la migración, la cual se presenta como la primera opción para algunos jóvenes venezolanos, mientras que otros se quedan renovando su creatividad para sacar su país adelante.
Ellos se ha caracterizado por su energía, fuerza e ímpetu a la hora de defender causas justas y luchar por el suelo que los vio nacer, y ese fervor que viene desde la época de Ribas y Bolívar, hoy en día continúa latente: “Yo no me voy de aquí, esta es mi tierra, esta es mi gente, hay que luchar y sacar provecho de la crisis”, dicen unos cuantos.
Optimistas y creativos
La Verdad recogió los testimonios de jóvenes emprendedores que decidieron apostar por el tricolor, ellos aseguran que el ingrediente secreto para quedarse con éxito es el ingenio, la creatividad y el optimismo. A Lizángela Cova, de 22 años, le ha tocado -como a muchos- sacudirse la resistencia al cambio y desempeñar otras actividades muy lejanas a su profesión como abogada de la República. La joven confiesa que ha tenido que reinventarse, por eso hoy es publicista a través de las redes sociales.
“Cuando uno se gradúa es muy difícil conseguir trabajo en lo suyo rápido, por eso hay que saber aprovechar las oportunidades y no negarse a nada. Hay que buscar opciones y abrir puertas que te conduzcan al futuro. A mí se me abrió con una agencia que me dio la oportunidad y en la que aprendí muchas cosas, por eso hay que estar dispuestos y abiertos a escuchar y absorber las experiencias ajenas como consejos para la nuestra, eso es fundamental”.
No ejercer el derecho no le resta alegría ni entusiasmo. Lizángela cuenta no es algo con lo que tenga que lidiar, al contrario, estar en otras actividades le suma aprendizaje y le abre otras oportunidades. Hablar de su país la conmueve, dice que respeta a los que se han ido, pero es tajante: “Me parece que a ellos les faltó creatividad. Aquí hay mucho de lo que sacar provecho. Irse no es la salvación, quedarse lo es”. Considera que lo más difícil es ver cómo sus cercanos pasan necesidades, Sin embargo, recalca: “No hay mal que dure 100 años y yo sé que nuestra realidad va a cambiar para bien”.
Cova tiene una confianza: “Cuando el cambio en Venezuela ocurra, los jóvenes que se quedaron para sacar al país adelante, tendrán muchas más oportunidades y el valor agregado de la satisfacción de haber luchado”. Ella dice estar lista para iniciar un curso de cocina y además de estudiar una maestría en Gerencia Empresarial, pronto será la gerente de Publicidad y Mercadeo de un nuevo restaurante de la ciudad. “Es cuestión de creatividad y pasión por lo que haces, sea lo que sea que hagas. Si sobrevives al tiempo de crisis, luego vendrá un largo éxito”.
Antes de salir de casa, pone su camino en manos de Dios. La joven, que maneja siete marcas actualmente en las redes sociales, habla de sus herramientas infalibles para permanecer en la tierra que la vio nacer. “La familia, los amigos, los consejos y el positivismo me mantienen aquí. Tenemos que revisar a diario qué podemos hacer y en qué podemos servir de apoyo para sacar al país de esta situación”.
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Un toque de color
Grecia Ferreira, de 21 años, también decidió quedarse para batallar. Entre telas, colores y diseños, la joven estudiante de Contaduría Pública, hace más de dos años se desempeña como diseñadora de moda. La reinvención ha sido fundamental en su carrera. Hace menos de un año decidió abrirse paso en solitario y lanzó su propia marca, confesó que aunque el tema textil no es fácil por cuestiones de escasez, la creatividad siempre la ayuda. “Cuando no hay algo que necesito, incorporo algo tejido o un tapiz guajiro. Uso lo autóctono, los colores vivos y los combino con cortes de moda y frescura”.
Ser diseñadora de moda en Venezuela tiene sus cosas negativas, como la carencia en la preparación académica, sin embargo, para la joven, irse del país nunca ha pasado por su mente. “Aquí tenemos una cultura y un suelo muy rico. Tenemos que cambiar la estructura y romper paradigmas. Hay que seguir preparándose y si es necesario romper y dar hasta que logremos aprender y pulirnos en lo que queremos, pero aquí, en nuestra tierra, no afuera”.
Sus ingredientes han sido la independencia y el espíritu de emprendimiento, sin embargo, reconoce que sus padres son una pieza fundamental. “Los venezolanos tenemos que retomar lo que fuimos. Ser constantes, luchadores y sacar toda la disposición”. Grecia asegura que la salida está muy distante de preparar una maleta y con pasaporte en mano marcharse de aquí. “Nosotros mismos somos la salida de Venezuela. Hay que retomar los valores, la consciencia ciudadana y la cultura. Somos una sociedad que necesita renovarse. Espero que muchas personas decidan emprender por nuestro país porque la calidad humana nos sobra, solo que estamos manipulados, nos han lavado la cabeza, pero realmente el venezolano es luchador, optimista y alegre”.
No flaquear
Creer en el trabajo que se hace e inyectarle pasión es vital para la juventud, según el periodista Héctor Palmar. Se quedará porque Venezuela le ha dado todo. “Está en una época complicada y transitoria. Venezuela está en manos de los jóvenes, porque nadie más que nosotros tiene una visión renovada y una necesidad de cambio para abrirnos camino”. Su mensaje para los jóvenes que como él ya decidieron quedarse en Venezuela es: “Crean en su trabajo y dense valor. Traten de continuar y seguir adelante, no flaqueen, luchen mucho”.